Una problemática que viene acechando hace mucho tiempo a nuestro país es el embarazo adolescente, que cada día se incrementa más y más. Es de tal gravedad el asunto, que Argentina es líder junto a Perú en la región de Latinoamérica por embarazo adolescente no convencional. Estos datos fueron brindados por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FPNU).
En el país, más de 100000 adolescentes y alrededor de 3000 niñas menores de 15 años tienen un bebe cada año, lo cual representa aproximadamente el 15 % de los nacimientos anuales. El FPNU brindó un número preocupante, ya que el 69% de esos embarazos no son intencionales y en la mayoría de los casos surgen por situaciones de abusos sexuales o violación.
Para profundizar más sobre esta problemática, visitamos el hospital Diego Thompson, en la localidad bonaerense de San Martín, donde viven esta situación día a día. Fabiana, una de las obstetras del establecimiento, explicó: “Generalmente el mayor caudal de pacientes que tenemos nosotros es el de chicas de entre 16 y 19 años que concurren a la consulta de control prenatal tardíamente (entre las 15 y 21 semanas de embarazo). Las mismas son del área programática de José León Suarez, Barrio Carcova”.
Pero no solo el control tardío es el problema en las adolescentes, sino que hay otros factores que llevan a esta circunstancia. “Por lo general estas chicas concurren solas a las consulta, ya que muchas tienen parejas ocasionales u ocultan su embarazo a la familia. Abandonan el estudio, caen en situaciones de adicciones al alcohol o la droga y por su corta edad e inicio de relaciones sexuales tempranas tienen enfermedades de transmisión sexual, que en general es sífilis, seguido por el HPB”, remarcó Fabiana.
De acuerdo a la ley de salud sexual y reproductiva (ley 25673), se habilitó el espacio de asesoría para la interrupción legal del embarazo (ILE) en caso de abuso y violación, donde la adolescente concurre para recibir asesoramiento profesional y eventualmente de acuerdo a su decisión, suspender su embarazo. En la gran mayoría, solo basta con una declaración jurada de la paciente para que se lleve a cabo. Se trata de todas las maneras no judicializar el asunto para preservar la intimidad de la paciente y que no quede expuesta ante otros organismos. El ILE se puede efectuar hasta la semana 14 de gestación pero en situaciones excepcionales; por ejemplo, si la mujer no sabía que estaba embarazada u otros factores, se puede extender hasta la semana 21.
En el hospital Thompson, en el año 2018, se practicaron 21 ILE de los cuales solo uno tuvo intervención judicial debido a que se trataba de una menor de 13 años. En los otros casos solo firmaron la declaración jurada y por normativa del hospital, con la firma de un tutor a cargo y el consentimiento de la mujer, se pudieron interrumpir los 20 restantes.
Ante esto, los ministerios de desarrollo social y educación, además de ya haber propuesto el proyecto de educación sexual integral (ESI), impulsaron el plan ENIA.
El objetivo del ENIA es justamente reducir el riesgo de embarazo no intencional en las adolescentes. Es por eso que promueve asesorar en salud integral en los colegios y comunidades. También propone un mejor acceso a métodos anticonceptivos que tengan larga duración.
Martín Olivera