Uno de los mejores momentos en la carrera de un deportista es alcanzar un récord. Serena Williams, una tenista de alto nivel y considerada como una de las mejores en la historia del tenis femenino, tiene sus vitrinas colmadas pero está al borde de alcanzar un hito: obtener su Grand Slam numero 24. Y así alcanzar la marca de la ex tenista australiana Margaret Court.
No puede romper el karma, Serena. Ya son cuatro las finales que terminan en decepción y sin récord.
La última oportunidad fue reciente, en el US Open. Serena había llegado a una nueva final del torneo que ya ganó en seis oportunidades y que la presenta como siempre favorita.
Bianca Andreescu, su rival en la final, tiene 19 años menos que ella y fue quien finalmente llegó a un récord tras ser la primera debutante en ganar el US Open. El resultado final fue 6-3, 7-5 para la canadiense, con un último set electrizante el que Serena caía 5-1, pero mediante a un gran juego logró igualarlo 5-5 y pudo luchar hasta el final del partido.
Williams llegaba a la final tras no poder jugar el Masters de Cincinnati por una lesión en su espalda que ya viene hace tiempo trayéndole complicaciones. Es por el mismo golpe que abandonó la final del Masters de Canadá, también ante Bianca Andreescu.
No se puede decir que Serena está en uno de los momentos más difíciles de su vida personal porque ha tenido muchos inconvenientes, pero sí quizá en su carrera deportiva. “Sinceramente, creo que Serena no apareció. Tengo que descifrar cómo hacer que aparezca en una final de un Grand Slam”, se lamentó la estadounidense.
Una vez más llegar al récord le peso a Serena.
Desde que quedó a un torneo de igualar a Court ya había perdido tres finales. Frente a Angelique Kerber y Simona Halep en Wimbledon pero también en el anterior US Open frente a la japonesa número uno del mundo, Naomi Osaka.
Esa final tuvo una particularidad ya que la japonesa tiene veinte años menos que Serena y al vencerla superó el récord de mayor diferencia de edad en una final de Grand Slam. La morena además tuvo varias discusiones con el juez del partido, esto provocó algunos desconciertos en su juego. Quizá lo más preocupante no es que solo pierde las finales, sino la manera. Serena no pudo ganar ningún set en todas estas finales recientes.
Fue el 28 de enero de 2017 cuando ganó su último Grand Slam, nada menos que frente a su hermana, Venus Williams, en un gran duelo para ambas. Poco después la vida le cambió cuando en septiembre de ese mismo año nació su única hija, Alexis Olympia. Desde ese momento no ganó más un Grand Slam ni otros torneos de menor importancia.
En 2014 la menor de las Williams declaraba: “Hay muchas cosas más importantes que ganar un partido. Hay gente que está pasando por cosas más duras. No quiero ser esa persona egoísta, así que solo pido mantenerme fuerte, positiva”.
Todo esto después de recuperarse de una enfermedad pulmonar y sabiendo que su hermana también estaba sufriendo complicaciones en su salud.
Serena Williams es la deportista femenina mejor paga, el año pasado recibió 29,2 millones de dólares pero solamente 4,2 vinieron desde el mundo del tenis. Al ser una tenista reconocida mundialmente y que siempre se mantuvo en la élite del deporte, tiene una gran cantidad de patrocinadores y también una marca personal de ropa, la cual maneja en su negocio familiar.
Su hermana, Venus Williams, quien supo ser número uno del mundo, obtuvo de ingresos anuales 6 millones de dólares en 2018. O por ejemplo, la mejor jugadora de los Estados Unidos y mejor paga en el mundo del fútbol, Alex Morgan, cosechó 6 millones de dólares el año pasado.
El 26 de septiembre Serena cumplirá 36 años y seguramente en uno de sus deseos pida alcanzar el récord de Margaret Court. Pero tendrá que esperar hasta enero del año que viene, cuando se abra la temporada de los Grand Slam con el Abierto de Australia.
Duarte Franco 2 «A» T.m