El rugby perdió a un jugador histórico. Chester Williams, wing de la selección sudafricana campeona en el Mundial de 1995, falleció el 6 de septiembre, a los 49 años, luego de sufrir una crisis cardíaca en Ciudad del Cabo, donde vivía y trabajaba. Se lo recuerda por ser el único jugador negro de los Springboks que acompañaban la lucha contra el racismo de Nelson Mandela.
En aquel torneo, Sudáfrica venció a los All Blacks neozelandeses por 15 a 12, en el estadio de Ellis Park, de Johannesburgo. Williams no solo fue importante por el compromiso social y político que lideraba Mandela. Fue fundamental dentro de la cancha. Es más, había conseguido el récord histórico de marcar cuatro tries en un mismo partido. Fue en la victoria frente a Samoa por 42 a 14, en los cuartos de final. Con la selección debutó en 1993 y disputó un total de 27 partidos anotando 14 tries.
Desde 1948, con el apartheid instalado en Sudáfrica por el Partido Nacional, ganador de la elecciones, las políticas de segregación no dejaban de lado al rugby. Ningún jugador negro tenía derecho a representar a los Springboks.
En 1990, Mandela, quien estuvo 27 años preso, terminó con este sistema y en el Mundial de 1995 encontró una oportunidad para lograr la unión nacional y que la discriminación no exista más. De ahí es que Williams es tan importante no solo a nivel deportivo. Fue símbolo de la lucha.
La muerte de Chester no fue la única en este último tiempo. Dos meses atrás falleció el wing James Small (50 años), también integrante de aquel plantel campeón.
Franco Giummarra Bozzuto, 2° B, turno mañana.