La selección argentina juvenil de handball viene de completar una brillante actuación en el Mundial de Macedonia, jugando de igual a igual frente a rivales europeos, donde el deporte es profesional en varios países, generando un logro para el handball argentino.
Argentina cerró su participación con tres triunfos y cuatro derrotas, ya que venció en el debut del Grupo C al local por 23-20, cayó con Dinamarca 19-29 y con Japón 26-29. Luego superó a Bahrein 25-24 y a Nigeria 30-22.
Tras clasificarse a los octavos de final como uno de los mejores terceros, los dirigidos por Fernando Capurro perdieron con Alemania 25-33 y cuando les tocó volver a enfrentarse con Macedonia, no pudieron repetir lo hecho en el debut y cayeron 26-29. Con el puesto 14, la selección concretó uno de sus mejores mundiales en la categoría juvenil.
Esto generó que varios clubes del Viejo Continente centraran su atención en los jugadores argentinos, más que nada en las figuras del Mundial. No se da seguido que un jugador argentino logre ser transferido al exterior, mucho menos a tierras europeas, donde el deporte se vive de otra manera.
En busca de lograr una gran carrera deportiva en otro continente, tal como la de los hermanos Simonet o Gonzalo Carou, los juveniles Joaquín Barceló e Ignacio López emigrarán a demostrar sus enormes cualidades.
Joaquín Barceló, la joya surgida en Vilo Handball de Vicente López y que tuvo una gran actuación en el mundial juvenil, es pretendido por un club francés que disputa el ascenso. Si bien aún no hay nada oficial, el elegido MVP de la selección, emigraría al final de la temporada.
Por su parte, Nacho López, capitán de la selección junior en el Mundial de Galicia y ex lateral de Sedalo, será transferido al TIF Viking Herrer de Noruega en busca de nuevas metas en la liga nórdica.
Agustín Santiago Rey, 2° B, turno mañana.