Alberto Zorrilla se ganó un lugar privilegiado debido a su laureada carrera en la natación, se convirtió en el primer oro olímpico de Sudamérica en un deporte individual en los Juegos Olímpicos de 1928, dejando una marca en el deporte a nivel nacional. A más de 90 años del gran logro que lo colocó en la tapa de El Gráfico como una de las figuras más importantes en la historia del deporte argentino, éste es el recuerdo…
Pero la historia de Zorrilla había empezado años antes, en 1922, cuando a una temprana edad estableció su primer récord argentino en 100 metros libres con un tiempo de 1m10s. Más tarde, en los años 1924 y 1925, se consagró campeón Sudamericano, lo que lo posicionó como uno de los deportistas más importantes del continente.
En la temporada de 1924 había establecido la plusmarca sudamericana en 100 metros estilo espalda con una marca de 1m19s, dejando así un tiempo que durante 15 años se mantuvo vigente. Finalmente, Alberto Zorrilla luego de tantos méritos, logró dar un salto en París 1924 en lo que fue su debut en los Juegos Olímpicos, pero corrió con la mala suerte de encontrase a Johnny Weissmüller, nadador de Estados Unidos, que dominó durante los años ‘20 y dejó al nadador argentino sexto en las semifinales de 100 metros libres y sin la posibilidad de poder avanzar de fase en la que fue su especialidad. Se le terminaba el sueño, pero no los intentos por conseguirlo.
Luego de esa mala fortuna en París, la carrera de Zorrilla fue tras nuevos desafíos y siguiendo una moda de la época se instaló en Estado Unidos; arrancó una preparación que culminaría en Holanda un año más tarde.
Ámsterdam 1928. La capital holandesa fue anfitriona de otra edición de los Juegos Olímpicos. Zorrilla una vez más llegó a buscar eso que hasta el momento le había sido esquivo, y nuevamente tendría que disputar el oro contra fenómenos del momento como Andrew Charlton y Arne Borg, que habían ganado tres oros cada uno en París cuatro años antes.
Pero a pesar de sus limitaciones el argentino salió adelante en los 400 metros libres, y contra todo pronóstico, conquistó el oro olímpico en agosto de 1928; estableció el récord olímpico en la disciplina con un tiempo de 5m15s, pero no solo se destacó en la competencia, dejando escrito así uno de los hitos más importantes de la historia en el deporte argentino.
El legado de Alberto Zorrilla aún prevalece en el mundo del deporte nacional y, sobre todo, en el mundo de la natación, donde se mantiene como el único oro olímpico. Como homenaje al gran momento del nadador en su carrera en la Argentina, se estableció el 8 de agosto como el Dia de la Natación. La gran trayectoria que Alberto Zorrilla fue desarrollando a lo largo de los años le dio un boleto al International Swimming Hall of Fame, donde los nadadores más destacados llegan debido a sus méritos deportivos.