La Cámara de Nacional de Apelación en lo Civil confirmó en primera instancia un fallo que condenó a un hombre a pagarle una indemnización por ocho millones de pesos a su ex esposa, una licenciada en economía que dejó de lado su profesión para hacerse cargo, casi por 30 años, de las tareas del hogar. El monto en cuestión resulta bastante novedoso ya que nunca se otorgó uno tan abultado. La medida judicial, para designarlo, tuvo en cuenta la perspectiva de género y las ganancias que la mujer hubiese obtenido en esos años ejerciendo su profesión.
La mujer de 70 años, identificada como M.L., y su ex esposo, D.B., estuvieron casados entre 1982 y 2009. Dos años después se concretó el divorcio. Vivieron primero en Comodoro Rivadavia y luego en el barrio porteño de Palermo. Tenían un proyecto familiar basado en la división tradicional de roles, en la que el hombre trabajaba y conseguía ingresos mientras que la mujer realizaba las tareas del hogar y se dedicaba a la crianza de los hijos.
Cabe destacar que el fin de la relación tuvo lugar cuando ella ya había cumplido los 60 años, edad en que la mujer obtiene el beneficio jubilatorio, viéndose así imposibilitada de ingresar al mercado laboral. Esto derivó en problemas económicos para la mujer. Su ex marido, al mismo tiempo que esto ocurría, continuó teniendo «un buen pasar».
Joaquín Roveda Lastra