El pasado sábado 1 de Junio, el Liverpool se consagró en la Champions tras ganar por 2-0 frente al Tottenham. Los reds consiguieron su sexta orejona y una revancha del año anterior. Jurgen Klopp a su vez, levantó por primera vez a lo largo de su carrera la tan esperada orejona.
No fue una final muy atractiva. Tuvo su toque de emoción al principio. Comenzó con el penal más rápido de la historia en una final europea. Una mano de Moussa Sissoko cortó un centro de Mané lo que provocó la sanción. Mohamed Salah no dudó y lo transformó en gol. A los dos minutos de partido, el Liverpool ya tomaba su ventaja.
Después el partido se volvió aburrido y sin un claro dominador. Por un momento los reds lograron neutralizar el plan de juego de Pochettino pero no lograban definir. En el segundo tiempo Klopp utilizó su as bajo la manga. Origi entró en acción. Pochettino también se vio obligado a atacar y puso al creador del milagro en las semifinales Lucas Moura. Seguía el aburrimiento hasta que en el minuto 87 apareció Origi para sentenciar al Tottenham y llevar a su equipo a la gloria. Así el Liverpool se consagró campeón de la Champions League 2018/19 y levantó su sexta orejona.
Luego de la final, Klopp develó sus técnicas para la preparación del equipo. Como la Premier había terminado ya hace rato, no quería que sus jugadores pierdan el ritmo de juego. Para eso organizó un partido amistoso con el Benfica B en la semana previa al gran evento. El Benfica fue un Tottenham simulado, ya que para el alemán su estilo es parecido. El partido fue similar a la final en el Wanda Metropolitano, comenzó con un penal forzado por Mané, que se transformó en gol. Luego los reds tomaron el control y se llevaron el triunfo por 3-0. Ese partido fue una de las claves del éxito.
Jurgen conquistó su primera orejona y festejó a lo grande. En primer lugar, abrazó a Pochettino como una muestra de respeto y lo felicitó. Luego fue con los suyos y fue el primero en arengar a todos esos hinchas del Liverpool que viajaron hasta Madrid, para festejar como merecían. Después abrazó a sus jugadores y rompió en llanto debido a la alegría y emoción y otras sensaciones que corrían por las venas. Su primera frase a la prensa fue: “Luego de 20 minutos de haber ganado el título, ya estaba un poco ebrio” y río.
Hoy en día el penal que abrió el marcador es un tema de discusión. Una decisión por parte del árbitro cambió el giro de una final que podría haber sido muy atrapante para todos los amantes del fútbol. Se rumorea que ahora los jugadores entrarán a la cancha con la idea de buscar manos en el área y así conseguir penales directos. ¿Se debe volver a la intención para tener un juego más limpio y dinámico?…
Azul Benitez 2A TM