A pesar de haber obtenido catorce campeonatos sudamericanos, pareciera que la Copa América resultase un torneo «esquiva» para el seleccionado nacional. En los últimos veinte años, Argentina no logró consagrarse en ninguna de las últimas seis ediciones de dicho campeonato: Fue eliminado en Cuartos de Final en 1999 y 2011 (Siendo sede de esta última) por Brasil y Uruguay respectivamente y obtuvo cuatro subcampeonatos, dos enfrentándose nuevamente a la «verdeamarela» en 2004 y 2007; las otras dos, y las más recordadas por el hincha argentino, enfrentando a Chile en 2015 y 2016, superado por penales en ambas instancias y con el antecedente del subcampeonato del mundo conseguido en 2014.
Mas allá de esta mala racha, decir que la Selección ha «fracasado» históricamente en esta competición sería absolutamente desacertado si revisáramos la gran gesta de Guillermo Stábile, el entrenador más ganador de la historia del conjunto albiceleste, quien transformó a la Argentina en la potencia futbolistica sudamericana más temida de los años ’40 y ’50.
Su etapa como futbolista, también destacada.
Stábile comenzó su carrera en Huracán, club que lo vio nacer y al que retornaría como entrenador 15 años mas tarde. El delantero anotó 104 goles en 128 partidos en el «globo» entre 1924 y 1930, convirtiéndose, hasta su partida a Europa, en el goleador histórico del club de Parque Patricios. Esta estadística le hizo ganarse el apodo «El Filtrador» por su gran habilidad y velocidad para filtrarse entre los defensores centrales para quedar de cara al gol. Su rendimiento lo llevó a hacer su debut y formar parte del seleccionado argentino que participó del primer campeonato del mundo en 1930. A pesar de no haber sido convocado para el primer partido, Stábile reemplazó a Roberto Cherro, delantero emblema de Boca Juniors, para el segundo cotejo. Desde ese partido se transformó en el atacante titular hasta el final de la competición con un rendimiento de ensueño: Anotó 8 goles en sus 4 partidos y se convirtió en el primer goleador de la historia de los mundiales de fútbol.
El primer tricampeón del fútbol argentino.
Luego de acabar su carrera en el Estrella Roja de París y previo a su labor como entrenador de la Selección, Stábile regresó al país en 1939 para hacer su primera aparición como DT, en este caso de Huracán, su primer amor. También dirigió a San Lorenzo, Estudiantes y Ferrocarril Oeste pero su mejor producción como entrenador fue en Racing Club, donde puso su nombre y al del cuadro de Avellaneda en los libros de la historia del fútbol argentino tras conseguir el primer tricampeonato de nuestro fútbol en 1949, 1950 y 1951. Previo a esta proeza, se coronaron campeones de la Copa de Competencia Británica, un torneo de carácter oficial organizado por AFA que tuvo vigencia entre 1944 y 1946. De esta forma, el «Filtrador» se convirtió en el DT más ganador de Racing en el profesionalismo.
Para Guillermo, la Selección.
La importancia y el peso de Stábile en nuestro fútbol se afianza mucho antes del tricampeonato conseguido con Racing. Su primera gran hazaña la consigue con la Selección Argentina años antes y es la que lo ubica como uno de los entrenadores mas influyentes del país. El entrenador asumió en la selección nacional en 1939 y se mantuvo en el puesto durante 20 años sin interrupciones. Durante esas dos décadas, Stábile obtuvo 7 títulos con Argentina de los cuales 6 fueron de Copa América (1941-1945-1946-1947-1955-1957) y un Campeonato Panamericano (1960). Estos números lo ubican como el entrenador con más presencias adelante del seleccionado (116 partidos oficiales; 44 en Copa América), el más ganador (7 títulos) y en el plano internacional, el máximo ganador de Copa América en 6 oportunidades.
De la mano del «Filtrador», Argentina se convirtió en el equipo más ganador de Sudamérica con 11 títulos y estableció un estilo que perduró durante dos décadas, colocando a Argentina en la élite del fútbol mundial y consolidándose como uno de los DT más importantes en la historia de nuestro país.
Adrián Yasue, 2do. A TM