La globalización es un fenómeno mundial. Afecta a todos y cada uno de los sectores en sus bases más tradicionales, y la comunicación no está exenta de esto. Las formas de realizar contenidos audiovisuales mutaron a lo largo de la historia. De una antena que había que mover de forma manual para sintonizar un canal determinado en la televisión a buscar en una plataforma un contenido concreto.
En este contexto, el auge de los Podcast marca la pauta de un nuevo giro fundacional en el ámbito audiovisual. Los Podcast funcionan como un “programa de radio grabado”, aunque con la obligación de cumplir con dos claras premisas: elaborar un tema de forma exhaustiva rozando la excelencia en la materia, y garantizar la atemporalidad de dicho contenido. Por ejemplo: un Podcast de actualidad, hablando sobre los resultados de la fecha 18 del fútbol argentino, no tendría sentido, dado que si lo escucho a los dos meses carece de sentido. Los temas adecuados serían rememorar acontecimientos que marcaron una época (partidos memorables, grandes equipos, si hablamos de fútbol) o un análisis al detalle de una fórmula presidencial con aspiraciones de ganar, que si un usuario lo escucha al tiempo, no pierde la vigencia.
El procedimiento correcto para realizar un Podcast es el siguiente: una vez la grabación esté lista, ingresar a anchor.com y subir el contenido con el nombre del programa y una breve descripción. El sitio web se encarga de validar si el contenido no viola ningún derecho de autor, y automáticamente lo distribuye por las plataformas audiovisuales disponibles (Spotify, ITunes Podcast, etc.) para ser escuchado por los usuarios en cualquier parte del mundo, a la hora quieran y en el momento que quieran.
Estos nuevos contenidos marcan la agenda de las plataformas audiovisuales existentes. En todas ellas, los Podcast son el rubro más buscado por los usuarios en busca de los temas de los intereses particulares. El futuro de las comunicaciones ha llegado.
Diego Ariel Salgado