Tal y como sucedió en enero del 2017 con la prohibición de la entrega, en forma gratuita, de bolsas plásticas, en esta ocasión, el Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires prohibirá de forma progresiva el uso de sorbetes con el fin de comprometerse en evitar una contaminación innecesaria de la cual ya se sufren consecuencias.
Esta decisión se realizará por los buenos resultados que dio la concientización del uso exagerado de bolsas plásticas como en los supermercados e hipermercados. Su uso provocaba que se tapen sumideros al escurrirse por los pluviales, formando diques que atrapan otros residuos, afectaba la flora y fauna y sobre todo la acuática, la cual recibe anualmente ocho toneladas de plástico perjudicando la vida marina. Desde la vigencia de su prohibición, se evitó la entrega de más de 500 millones de bolsas.
De todo ese daño, los sorbetes generan prácticamente el mismo problema. Es el cuarto residuo plástico más común en las costas y los océanos, dos millones de sorbetes al mes son consumidos sólo en patios de comidas de shoppings de la CABA, según estimaciones de APrA, generando de esta manera una contaminación irreversible, teniendo en cuanta que los sorbetes suelen usarse unos pocos minutos y pueden tardar entre 150 y 400 años en descomponerse.
La medida comenzará a implementarse en los hoteles de 4 y 5 estrellas, shoppings, galerías comerciales, centros comerciales a cielo abierto y comercios que elaboran y/o expenden productos alimenticios de venta inmediata, como por ejemplo comida rápida.
Nicolás Mazzola