En una época en la que el streaming y YouTube se adueñaron de la industria musical, el vinilo aún se mantiene de pie y experimenta una especie de ‘revival’. De la mano de Spotify y Apple Music, y con el apoyo del gigante de Google, los servicios de música online no han logrado sepultar definitivamente al LP, uno de los soportes en los que nuestros padres y abuelos escuchaban su música favorita. En la Argentina nunca dejaron de venderse del todo, a pesar de que estuvieron cerca de desaparecer en el comienzo de la déca,da del ’90 con la llegada del casette y el Compact Disc (CD), totalmente revolucionarios para aquella época.
Los formatos en Mp3, primero, y luego la aparición de servicios de música online, destruyeron en todo el mundo las ventas de vinilos y CDs. Ahora, los LPs resurgen con fuerza gracias a los nostálgicos de siempre y a usuarios que buscan vivir una experiencia no tan mainstream. En la Argentina, este fenómeno fue ayudado por las reediciones que la discográfica Sony realizó de grandes bandas y artistas como Luis Alberto Spinetta, Charly García, Soda Stereo, Gustavo Cerati, Los Fabulosos Cadillacs, y Virus, entre otros. Warner Music, por otra parte, es propietaria del catálogo de Andrés Calamaro. Universal, en tanto, tiene parte de la discografía de Babasónicos, Fito Páez, Bersuit Vergarabat, La Vela Puerca y otros grupos.
A pesar de que en nuestro país no existen números oficiales sobre cuánto dinero mueve este negocio, algunos aventureros se atreven a afirmar que se trata de un mercado que ya moviliza cerca de 50 millones de pesos al año. En el mundo, la venta de vinilos generó ingresos por US$ 416 millones en todo el 2015, superando a los US$ 385 millones producto del consumo de servicios gratuitos online. Hoy, las ventas de vinilos continúan creciendo y concitan la atención de un público muy diverso: lo consumen abuelos y adolescentes por igual.
No obstante, no todas son buenas noticias en el mundo del vinilo. La continua devaluación del peso frente al dólar, y las dificultades que aún existen en el país para importar, derivan en que los ingresos por las ventas de vinilos todavía estén lejos de lo esperado. Esto hace que, para los LPs que son nuevos, el precio se encarezca respecto a otras partes del mundo en las que se comercializa el mismo material. El resultado final de esta cadena es que en la mayoría de los casos, la venta de vinilos ha ido moviéndose peligrosamente hacia un mercado en el que solo aquellos con un poder adquisitivo importante pueden adquirirlos. Se generó un nicho dentro de otro nicho que ya existía.
Mientras tanto, las empresas discográficas y las bandas toman nota, aprovechando la nueva fiebre del vinilo para reeditar lanzamientos en este formato y publicar nuevas colecciones y boxsets que les reporten nuevos ingresos. Desde las más grandes, como The Beatles, Pink Floyd, Queen o The Rolling Stones, hasta algunas de nuestro país como las ya mencionadas. No se trata solo de las reediciones de los discos, sino que se acompañan del lanzamiento de merchandising y nuevas giras alrededor del mundo.
En la Argentina, Sony y Polygram fueron los últimos que fabricaron vinilos en suelo nacional. Hasta el 2016, año en que Laser Disc Argentina, una pequeña compañía ubicada en el barrio porteño de Mataderos, se encargó de tomar la posta. Esta empresa nació de la fusión de dos fábricas: una de casettes y otra de vinilos, y antes también fabricó CDs y DVDs. La compañía, que puede producir hasta 45 mil discos al mes de acuerdo a su Gerente Comercial, Nicolás Muscó, ahora fabrica LPs para la Argentina y Chile.
Laser Disc Argentina comparte el mercado de fabricación con Gráfica Morello, una empresa con gran prestigio y larga tradición en la industria discográfica. Durante 30 años, Gráfica se dedicó a imprimir las tapas y sobres internos de vinilos, casetes, CDs y DVDs. Junto a Laser Disc, ambas empresas trabajan con estándares altísimos de calidad y ya recibieron pedidos de otros países del Mercosur para comenzar a fabricar. Las dos compañías trabajan para convertirse en referentes de la industria a nivel continental.
Ambas suscribieron sendos acuerdos con el Instituto Nacional de la Música (Inamu) y la Unión de Músicos Independientes (UMI), para que los músicos independientes tengan la oportunidad de imprimir sus vinilos y CDs, en un mercado en el que los costos son cada vez más altos.
Si bien el vinilo recobra vigencia, en nuestro país enfrenta algunas limitaciones. La principal, por extraño que parezca, es la falta de bandejas reproductoras. Laser y Gráfica lo reconocen, pero aseguran que trabajan a nivel local para fabricar más bandejas.
Las redes sociales, la instantaneidad y la globalización atraviesan nuestra era con los millennials a la vanguardia. No obstante, y paradójicamente, la generación que tiene todo al alcance y con un clic, también está atravesada por la nostalgia de un tiempo pasado que parece haber sido mejor.