Hace algunos años que en Argentina los jóvenes han implementado como método de protesta la toma de los colegios. Estos establecimientos tienen como objetivo formar y educar, aunque últimamente también ofrecen el derecho de protestar. Para muchos las tomas exceden lo razonable porque impiden al resto el derecho de estudiar y aprender. Es decir, se obliga a los demás a participar del reclamo, incluso si no lo comparten.
La reforma estudiantil, la legalización del aborto, el repudio al Fondo Monetario Internacional y hasta la liberación de Milagro Sala son algunos de los reclamos por los cuales los estudiantes adoptaron estas formas poco frecuentes de manifestación.
«Los adolescentes utilizan la herramienta de la protesta como estandarte de rebeldía. En estos tiempos la toma de colegios fue adoptada como método de reclamo. Si bien no es muy claro el mensaje que quieren dar imponen su pensamiento democrático y lo llevan hasta las ultimas consecuencias. No todos los alumnos pueden estar de acuerdo con esto pero valoran su pertenencia y respetan las decisiones», reflexiona Carlos López Villar, sociólogo y profesor de psicología de la UBA.
«Los reclamos pueden ser de diversos temas, como la mejora edilicia del establecimiento educativo al que concurren, el aborto legal o la reforma estudiantil. Todas estas manifestaciones democráticas lindan con el autoritarismo con el que suelen emprender las tomas. Los jóvenes creen tener el derecho a poder hacer y deshacer a su antojo», agregó López Villar.
Hoy en día la ocupación de los establecimientos educativos puede llevarse a cabo sin que luego haya sanciones para los responsables. Cualquier pretexto pareciera servir para promover una toma. Pero no todos están de acuerdo con estas formas de reclamar.
«Las tomas hay que ponerlas en un marco mucho mas general que es la desinstitucionalización de la Argentina.Los chicos no deben tener opinión en espacios donde no deben tener opinión. Una cosa es escuchar a los alumnos y otra es escuchar a los supuestos representantes de alumnos que en realidad no los representan. Dos adolescentes a los que les dan un micrófono y dan argumentos que no son sostenibles desde lo pedagógico», expresó Inés Aguerrondo, psicóloga y especialista en educación.
En la Ciudad de Buenos Aires se implementará un nuevo procedimiento frente a la toma de instituciones educativas. La resolución establece que se deberá dar aviso inmediato a los padres para que retiren a sus hijos. La Ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, es quien presentara el protocolo anti-toma. Entre los puntos más importantes se destacan la intervención inmediata de los padres o representantes legales y la reproducción fotográfica del establecimiento antes y después del inicio de la toma. Por esta razón los responsables de los menores deberán hacerse cargo de los daños que produzcan, si es que los hubiere.
«No hay razón que justifique en democracia que se tome un establecimiento educativo. No está bueno que haya diez colegios tomados pero sí que haya cada vez más gente que piense que ese no es el camino de protesta. Cuando se toma una escuela triunfa la fuerza por sobre la razón. Sin embargo sobre cientos de escuelas hay muy pocas tomadas», declaró Alejando Finnocchiaro, Ministro de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la República Argentina.
Braian Cejas