Muchos son los elogios que recibió La Bombonera a lo largo de la historia. Jugadores, entrenadores, hinchas propios, rivales, personalidades del fútbol y extra futbolísticas, argentinos, extranjeros y periodistas; todos tienen algo en común, la admiración y las referencias que han hecho hacia el estadio de Boca Juniors como uno de los principales templos del fútbol mundial, sino el mejor, y con una mística que supera cualquier barrera o dificultad que beneficia al Xeneize.
Víctor Sulcic (arquitecto esloveno) junto con sus socios Raúl Bes y José Luis Delpini, fueron quienes diseñaron la estructura del estadio en el año 1932. Por su parte, Ruperto Molfino, presidente del Xeneize por aquella época, había adquirido el terreno en donde hoy se encuentra el estadio un año antes, y donde ya tenía su campo de juego con tribunas de madera desde 1922.
Se inauguró un 25 de mayo de 1940, bajo la dirigencia de Camilo Cichero, y, a partir de allí fue sede y testigo de innumerables acontecimientos deportivos y hazañas del conjunto de la ribera.
Producto de que no se pudo edificar por completo por cuestiones de falta de espacio, quedó terminado con una forma de “D”, hecho que le proporcionó unas características particulares que lo distingue del resto de los estadios del mundo: su excelente acústica y la increíble sensación de que la gente se te viene encima.
Varias son las declaraciones que hubo respecto del mítico estadio, por parte de celebridades y medios dedicados al fútbol. Una de ellas es la que brindó el español Andrés Iniesta durante la visita del seleccionado español para disputar un amistoso contra la Argentina luego del mundial 2010, cuando sostuvo: “Es un estadio mítico. Tuvimos la posibilidad de entrenar en un campo con mucha historia, que normalmente lo vemos por la tele, vemos el ambiente que hay, y tener la suerte de entrenar aquí es realmente muy bonito”.
Otra persona que declaró y generó bastante polémica fue Oscar Ahumada, ex jugador de River en el año 2008, luego de un definición con San Lorenzo por Copa Libertadores, cuando luego de finalizado el encuentro dijo: “Cuando el otro día San Lorenzo metió el 2 a 1, el estadio se enmudeció. Se enmudeció. Y yo he jugado en la cancha de Boca, ganando 2 a 0 y la gente de Boca se nos caía encima».
Según una encuesta inglesa realizada en el año 2004, presenciar un Superclásico en La Bombonera es el espectáculo deportivo más importante del mundo, por encima de muchos otros eventos y por amplia diferencia en las votaciones.
Muchos otros futbolistas prestaron declaraciones a diferentes medios y todos coincidieron que en La Bombonera se vive un clima particular que lo caracteriza del resto de los estadios en el mundo. Pero el 8 de Mayo de 1991 se dio quizás la anécdota más importante respecto de lo que genera el estadio en los rivales, cuando se enfrentaron Boca contra Flamengo de Brasil. Una semana antes se habían enfrentado nada más y nada menos que en el Maracaná, con triunfo de los brasileños por 2 a 1. Una semana después llegaba el momento de la revancha en Buenos Aires. Un estadio repleto recibió con abucheos constantes al conjunto brasileño, cuando salieron a realizar el reconocimiento del campo y entrada en calor. Muchos comenzaron a atemorizarse frente a semejante clima. El reconocimiento no duró lo suficiente ya que al poco tiempo de salir al campo de juego, tuvieron que volverse al vestuario, luego de no soportar la presión que se ejercía desde las tribunas Xeneizes.
Años más tarde, fue el propio Junior, miembro de ese plantel visitante y capitán del equipo, quien dio a conocer una charla que se produjo en el vestuario brasileño luego de ese acontecimiento.
“No se puede jugar, es una olla a presión y va a explotar”, dijo Marquinhos, el joven delantero del equipo brasileño.
A lo que Junior respondió: “No digas estupideces. No puedo creer que digas una cosa así. Todos los fines de semana entrás en el Maracaná”.
Entonces Marquinhos le respondió: “Sí, pero en el Maracaná el piso no tiembla”.
Aquel encuentro Boca ganó 3 a 0.
Es por cosas como estas, que muchos turistas aprovechan sus visitas a Buenos Aires para acercarse al barrio de La Boca, adentrándose en Caminito, para luego visitar el museo y así sentir el clima que se genera en las cercanías del estadio los días que Boca juega como local, mientras que los mas afortunados llegan a presenciar el partido.
Esto generó que en el año 2009, el diario inglés The Times, realizara un informe en el cual catalogó al estadio como el mejor de América y como el 7mo a nivel mundial.
Matías Fernández, 2do A, TM