Sacha Fenestraz tuvo sus cimientos en 2015, cuando compitió en la Fórmula 4 francesa, donde fue subcampeón con tres victorias, dos poles, dos vueltas rápidas y diez podios en 21 carreras.
En 2016 el criado en Córdoba se incorporó a la Academia Renault Sport y participó en dos competencias con el equipo Tech 1 Racing (Eurocopa de Formula Renault 2.0 y Fórmula Renault 2.0 NEC). Entre ambos certámenes consiguió tres primeros puestos, dos poles, una vuelta rápida y cinco podios, en 30 fechas. Terminó quinto en ambos torneos.
Al siguiente año, el franco-argentino fue campeón de la Eurocopa Renault con siete triunfos, nueve primeros puestos en la clasificación, cinco vueltas veloces y 18 podios en 23 giros. En la misma temporada corrió otros dos torneos con los equipos Josef Kauffman Racing y Carlin, en donde culminó sexto en la Fórmula Renault 2.0 NEC y en el puesto 20° en el Campeonato Europeo de Fórmula 3 de la FIA.
En 2018, el chico de 19 años alcanzó solo un triunfo en el Campeonato Europeo de F3 de la FIA y acabó undécimo en la tabla anual. También compitió en el GP3 Series con el equipo Arden, pero sin suerte acabó en el puesto 24° y se quedó sin plaza en la Academia de Renault Sport.
Ahora comenzó una nueva etapa en Japón que, en su presentación en la competición nipona, Fenestraz ganó la primera competencia de dos que tiene esta Fórmula 3 con el equipo B-Max by Motopark el 20 de abril, en Suzuka. Además de competir con un monoplaza, también participa en el GT300 del país asiático.
El galo había clasificado en el segundo lugar para ambas carreras de la F3, pero a mitad de la primera contienda, se esforzó y superó al japonés Miyata (que iba puntero) y pudo contenerlo por el resto de la jornada. Tan así fue que triunfó por tan sólo medio segundo por delante de su perseguidor.
En el segundo cotejo, tuvo a los mismos pilotos peleando por los primeros puestos desde la grilla. No obstante, Fenestraz no logró arrebatarle el primer puesto a Miyata, quien tuvo una buena largada y lideró la carrera de principio a fin. Una de las causas del liderazgo del nipón fue que, en las primeras vueltas el franco-argentino intentó superarlo con una tijera en la chicana, famosa maniobra de superación, pero justo hubo un toque entre ambos. El más perjudicado fue el joven, ya que el contacto generó que la sustentación del alerón delantero se debilitara.
Luego del rose, entró el auto de seguridad, para que limpiaran el aceite que desparramó el motor roto del auto médico en la partida. En la reanudación de la carrera, Sacha ingresó a boxes para cambiar el alerón. Luego de las reparaciones, la punta le quedó lejos y ya no pudo acercarse. De esta manera, terminó la competencia en el último puesto.
Fue un buen comienzo en esta nueva etapa para el franco-argentino, que espera progresar aún más en ambos torneos para ir paso a paso hacia la F1. 19 años, todavía hay tiempo para ver dónde y cómo seguirá su carrera deportiva.
Por Facundo Estelrrich.