En las tierras que algún día supieron conquistar jugadores como Maradona, Di Stefano y actualmente Lionel Messi, y que posicionó a Argentina como el “granero del mundo” durante varios años, ya no es tal y el foco tiene otra mira.
Las grandes ligas del viejo continente han dejado de poner la mira en el fútbol argentino, que hoy por hoy ya no es el principal foco de atracción para los grandes ojeadores y termina exportando los grandes valores del campeonato local a destinos como Estados Unidos, México o incluso al continente asiático y sus petrodólares. Casos como el de Gonzalo “Pity” Martínez fichando la pasada temporada para el Atlanta United, Emmanuel Gigliotti al Toluca de México siendo el goleador de la SuperLiga, Maximiliano Meza, otro bastión de Independiente que emigró al fútbol mexicano, al Rayados de Monterrey o Ezequiel Barco, surgido de las entrañas del Rojo y quizá una de las mayores promesas de nuestro fútbol, termino emigrando también al Atlanta United.
Es cierto que existen las excepciones, como la de Leonardo Balerdi quien ficho para el Borussia Dortmund, club que le pagó la estratosférica cifra de 18 millones de euros a Boca Juniors por un juvenil que no superó los 10 partidos en la primera del “xeneize”, o Lautaro Martínez quién fue la sensación del torneo argentino durante una temporada y emigró al Inter de Italia.
Tal es asi, que si a los números nos volcamos, las tres mayores transferencias desde clubes argentinos hacia el viejo continente ya superaron la década: Fernando Gago al Real Madrid, Sergio Agüero al Atlético de Madrid y Ever Banega Al Valencia. Asimismo, si a estos nombres les sumamos algunos como Ángel Di María, Gonzalo Higuaín, Carlos Tévez, Javier Mascherano, etc, todos están entre los 30 y los 34 años, y si hablamos de los argentinos en las principales ligas de Europa que se ubica entre los 100 jugadores más destacados, todos superan los 25 años.
Además de mostrar una especie de “bache” en el fogueo de juveniles argentinos durante los últimos años, la mira se ha disparado hacia Brasil, de tal manera que el contraste actual es marcado: a mitad del año pasado el Real Madrid desembolso 98 millones de euros para fichar a Vinicius Junior (17 años) y a Rodrygo (18 años), a la vez el Barcelona hizo lo propio para fichar a Arthur Melo (21 años) y pagó 35 millones por el mediocampista del Gremio. Mientras que el último gran simbronazo lo dio el Milán cuando ficho a Lucas Paquetá de 21 años por 40 millones de euros.
Lo que nos muestran estos números son dos cosas, la primera es el notable recambio a futuro que tiene Brasil con jóvenes que ya están afianzados en la élite a diferencia de Argentina y que la lupa más fuerte de los ojeadores hoy en Sudamérica, no está posicionada en suelo nacional.
Luciano Cofano, 2do. A TM