Finalizó la primera etapa del estudio clínico realizado por un grupo de científicos argentinos que tiene como anhelo encontrar un medicamento capaz de tratar el Síndrome urémico hemolítico (SUH). Se trata de un suero que evitaría la progresión de dicha enfermedad. En la actualidad, en todo el mundo no existe un tratamiento específico para este cuadro.
Argentina es uno de los países más afectados. Según la Organización Mundial de Salud (OMS), nuestro país cuenta con la mayor tasa de incidencia mundial de SUH en menores de 5 años (8,5 casos por cada 100.000 niños).
La enfermedad es producto de la bacteria Escherichia coli, productora de toxina Shiga (STEC). Este brote nace de la carne picada cruda o mal cocida, la leche sin pasteurizar y las frutas y verduras contaminadas por la bacteria. Debido a esto, los especialistas recomiendan cocinar bien la carne, lavar bien las frutas y verduras, consumir leche pasteurizada y agua potable y lavarse las manos con agua y jabón antes y después de manipular alimentos crudos.
“Al año, se producen a nivel local 5.000 infecciones por STEC, y 500 chicos desarrollan el síndrome, que es la primera causa de insuficiencia renal aguda en pequeños y origina el 20% de los trasplantes de riñón pediátricos”, explicó Ventura Simonovich, Jefe de la Sección Farmacología Clínica del Hospital Italiano. Además, según el doctor, este descubrimiento se trató de un hito para nuestro país. “Es la primera vez que un grupo de científicos argentinos trabajando sobre una enfermedad, que afecta primariamente a nuestro país, desarrolla un tratamiento que en el resto del mundo no se ha logrado”, remarcó.
El estudio fue llevado a cabo por el Hospital Italiano de Buenos Aires y el Laboratorio Inmunova y aprobado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Primeramente se realizaron unos estudios preclínicos en ratones. Luego de comprobar que protegió con éxito y no causó efectos secundarios en la salud de los roedores, se inició la primera etapa. Ésta comenzó a fines del 2017 y consistió en colocar el suero por vía intravenosa a 14 personas adultas sin la enfermedad con el propósito de comprobar la seguridad de la sustancia. Los integrantes pertenecían al Registro de Voluntarios Sanos del centro de salud porteño. El ANMAT se encargó de evaluar los estudios clínicos y de habilitar al italiano para la realización de los mismos en etapas tempranas.
Según Fernando Goldbaum, investigador del Conicet y director científico de Inmunova, el mecanismo es similar a los antisueros para víboras y alacranes. “Se bloquea el ingreso de la toxina a la célula mediante anticuerpos neutralizantes”, aclaró. Y agregó: “En esta etapa demostramos la inocuidad del producto, los que nos permite empezar ensayos que comprueben la eficacia en niños, algo que iniciaremos en los siguientes meses, en por lo menos 10 hospitales. Los niños que lleguen con diarrea con sangre y cuyos padres acepten ingresar al estudio se les va a dar este medicamento para ver si evita el desarrollo”.
La segunda etapa será probar el medicamento con cuatrocientos niños. La fase durará dos años aproximadamente y en caso de dar buenos resultados, comenzará a comercializarse de manera global, ya que el trabajo clínico se coordinó no sólo con el ANMAT, sino además con la FDA (Estados Unidos) y con la EMA (Europa).
Sebastián Rojas