En el primer día del funcionamiento del Sistema de Reconocimiento Facial porteño se logró identificar a once personas prófugas, de las cuales fueron detenidas siete. No se informó dónde se produjeron estas detenciones, pero sí se supo que las cámaras estuvieron funcionando en las estaciones de subte y en la traza del Metrobus de la Avenida 9 de Julio.
Así lo afirmó el propio jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en la conferencia de prensa que brindó en la sede de la Policía de la Ciudad, en la avenida Hornos al 200, donde funciona la base principal del sistema de monitoreo en la que anunció públicamente la entrada en vigor del dispositivo que permite convertir aleatoriamente a 300 de las 7000 cámaras de vigilancia públicas en los ojos de un poderoso sistema biométrico de identificación personal.
Para entender la función de estas cámaras, lo que se busca es colaborar con la justicia argentina para conseguir disminuir la lista de más de 46 mil prófugos judiciales a nivel nacional. Este programa fue presentado, un día antes de que comience a operar, por el vicejefe de gobierno, Diego Santilli, que ante la prensa admitió: «Es un paso más del programa de seguridad integral para la ciudad de Buenos Aires. Es ir a buscar y detener a los más de 40 mil prófugos que tiene el sistema judicial en la Argentina: 1.300 por homicidio, 1.500 por delitos sexuales, 15.000 robos y hurtos, 2.300 por narcotráfico… Delincuentes buscados por la Justicia, la cual le pide a todas las fuerzas de seguridad que se los traiga a disposición».
El sistema fue presentado por Diego Santilli junto a Raquel Casanelli (comisario de la Policía de la Ciudad), Cecilia Amigo, jefa de gabinete de la secretaría de Administración de Seguridad y Aníbal Falivene, subsecretario de Investigaciones y Estadística Criminal. En esta presentación a la prensa se detalló que el software costó $2.300.000 con una validez por 17 meses. En ese monto se contemplaron los servidores de procesamiento, el desarrollo, las licencias mencionadas y la instalación de nuevas cámaras de seguridad.
Cecilia Amigo brindó mas detalles de cómo funciona este sistema: «Detecta rostros de perfil, con gorra, capucha y semicubiertos. En todas las pruebas que hicimos fuimos cambiando la fisonomía (la barba, por ejemplo) de la persona. Todo cambio fuera de los rasgos faciales los detecta absolutamente. Si la persona lleva un casco de moto puesto, no. Las pruebas fueron 100% eficientes», sostuvo la funcionaria.
Que también agregó: «Podemos ampliar las licencias al 100% cuando lo decidamos o necesitemos. Desde la arena operativa sería imposible cumplir con la demanda que se requeriría para completar el total de las cámaras», aclaró la jefa de gabinete como dejando en claro que esta primera etapa será como una prueba piloto y si hay buenos resultados a corto plazo podrá ampliarse el software.
El subsecretario de Investigaciones y Estadística Criminal, Aníbal Falivene, también brindó más precisiones sobre cómo va a funcionar este «detector de personas». Manifestó que las fotografías son «entregadas por un convenio que firmamos con el Registro Nacional de las Personas (RENAPER). El extranjero que no haya tramitado el DNI no va a estar. Sí va a estar en otro tipo de bases, como por ejemplo las fotografías que aporte Migraciones».
Para finalizar, en cuanto a los datos biométricos de las personas no buscadas, los funcionarios explicaron que no serán guardados en la base de datos. De quienes sí lo sean, el sistema archivará el resultado durante 60 días.
Germán Vitello