El Sistema Solar cuenta con 8 planetas, cada uno con condiciones que los hacen únicos y de todos ellos, solo la Tierra presenta un ambiente apto para nuestra vida. El 22 de abril de cada año se celebra el Día Internacional de la Madre Tierra; esta fecha surgió con la intención de cuidar y proteger al medio ambiente, además de concientizar respecto del daño que causa el ser humano al planeta en el que vivimos.
Sus comienzos se dieron en Estados Unidos en 1962 cuando el senador Gaylord Nelson propone una enseñanza a nivel nacional sobre el medio ambiente. A raíz de esto, unos años más tarde, el 22 de abril de 1970, se llevó a cabo una movilización masiva a lo largo y ancho del país, donde más de 20 millones de personas salieron a las calles y parques para manifestarse a favor de la protección del medio ambiente. Dos años más tarde, en Estocolmo se llevó a cabo la Cumbre de la Tierra, donde se buscó sensibilizar a los líderes mundiales sobre la magnitud de los problemas ambientales.
En base a estos hechos varios países del mundo decidieron adoptar políticas para reducir el impacto ambiental y fomentar el cuidado de la Tierra. Esto es fundamental ya que de no revertir de manera drástica este la contaminación que se genera a la atmósfera por la quema de combustibles fósiles para la producción de energía, la deforestación indiscriminada, contaminación en suelos y agua, extinción de flora y fauna, todo aquello que permite el equilibrio biológico en los ecosistemas; se estima que la temperatura del planeta pueda aumentar en 4°C a fin de siglo, lo cual se traduce en una suba del nivel de los océanos (por derretimiento de los polos) que «hundiría» varias islas y zonas costeras, y además cambiaría el tipo y la frecuencia de lluvias en distintas zonas del planeta.
Una de las medidas fomentadas por el Día de la Tierra para contrarrestar esto es el Acuerdo de París sobre el cambio climático, que tiene vigencia desde 2015. Este tratado, que cuenta con 195 países firmantes, busca la disminución de los gases invernaderos que son provocados por los países para así limitar el aumento de la temperatura en no más de 1.5°C a fin de siglo. Si bien no se puede reducir por completo la suba de la temperatura este acuerdo sigue siendo una de las medidas más importantes a nivel global.
El ser humano no solo se perjudica a sí mismo con el impacto ambiental sino que también pone en riesgo la existencia de miles de especies de la flora y fauna de la Tierra. Con la contaminación de los océanos varias especies marinas no logran subsistir, así como ocurre con las que habitan en los bosques y selvas que se ven afectadas por la deforestación. También cabe destacar la caza de animales en peligro de extinción, lo que no hace más que acelerar este proceso.
Este día se celebra no solo con el objetivo de generar conciencia a los países para que actúen para revertir esta situación, sino que busca lograr que cada individuo tome cartas en el asunto y se pueda realizar un cambio genuino. Muchas son las formas para reducir nuestro impacto en el medio ambiente pero teniendo en cuenta sólo algunos de los consejos que se presentan a continuación ya se puede empezar el cambio:
- Evitar el uso de bolsas plásticas. La mayoría de estas terminan en los océanos perjudicando a la flora y fauna del lugar.
- Ahorrar energía. Es importante utilizar bombillas de bajo consumo, sobre todo teniendo en cuenta que estas duran 10 veces más que una normal.
- Utilizar vehículos eléctricos o sustentables, como bicicletas o monopatines.
- Ahorrar agua. Evitar prolongar mucho las duchas o cerrar la canilla mientras uno se cepilla lo dientes.
- Reciclar. Separar los residuos para su posterior reciclaje.
El cambio siempre comienza con la célula más pequeña de la sociedad, el individuo, de no modificar su impacto este es imposible pensar en un cambio a nivel global. Por esta razón es necesario seguir tomando conciencia al respecto del futuro de nuestro planeta y seguir fomentando el cuidado del mismo; porque, al fin y al cabo, la Tierra es una sola.
Joaquín Roveda