Alejandro Delorte: del ascenso con amor

Alejandro Delorte nació en Cabildo, un pueblo en el sur de la Provincia de Buenos Aires con aproximadamente 2000 habitantes y a 53 kilómetros de […]

Alejandro Delorte nació en Cabildo, un pueblo en el sur de la Provincia de Buenos Aires con aproximadamente 2000 habitantes y a 53 kilómetros de Bahía Blanca. Ciudad donde las oportunidades para el deporte son accesibles y variables. En especial para el fútbol, que tiene como “peso gigante” a Olimpo, que a pesar de su mal momento con el reciente descenso a la Primera B Metropolitana, tuvo sus grandes años en la B Nacional y en Primera División. Pero “El flaco”, como le dicen por su altura de 1,99, no jugaría al fútbol hasta los 20 años. Por su físico comenzó a jugar de chico al básquet en Estudiantes de esa misma ciudad, viajando todos los días a dedo para poder ir a entrenar. Este deporte lo jugaba por ser alto y no tanto porque le gustaba, teniendo al fútbol como la verdadera pasión.

En el año 1998 se mudaría a Sierra de la Ventana, un pueblo de la zona, donde trabajaría en un bar y al mismo tiempo empezaría a desarrollar su carrera como futbolista. Comenzó a jugar en la Liga de las Sierras para Automoto Club Deportivo de Tornquist, saliendo campeón y destacando como goleador del torneo con 24 goles en 16 partidos. Al siguiente año jugaría para el clásico rival, Unión de Tornquist, siendo nuevamente campeón y anotándole un gol desde mitad de cancha a su ex club en la final.

Luego de ese gran paso por la Liga de las Sierras intentaría hacer una prueba en Olimpo, donde quedaría adentro y jugando en inferiores. Cuatro meses después firmaría su primer contrato profesional y formaría parte del plantel de primera, pero arrancando como el sexto delantero del equipo, sin hacer fútbol ni siendo convocado a los partidos. Pero esto se dará vuelta con la ida del técnico y la asunción de Gustavo Echaniz como interino, quien lo aceptó en la prueba del club y lo tenía bien visto. Pasó de ver las prácticas sentado, a convertir su primer gol a los 5 minutos en el día de su debut frente a Godoy Cruz. Echaniz lo pondría en los 14 partidos restantes en el torneo, lo que Alejandro aprovechó cada uno de ellos y estuvo en cuenta para el próximo entrenador que sería Gustavo Alfaro. En el 2001, Olimpo se reforzaría para evitar el descenso con jugadores como Mauro Laspada, Leandro Desabato y Julio César Gaona entre otros. Las expectativas sobrepasaron y ese equipo lograría el ascenso con Delorte como pieza importante del equipo. En 2005 tendría un pequeño paso por Gimnasia de La Plata, donde lograría el subcampeonato y convirtiendo 4 goles. Seis meses después volvería a Olimpo y con la desgracia de descender, lo que él cree que es uno de los peores momentos que le tocó vivir como futbolista.

Tras esa mala situación se volvió a ir del club y tuvo un recorrido fuera del país. En el exterior jugaría en Uruguay, Italia, Grecia, Venezuela y Bolivia. Marcando 12 goles en 40 partidos en su paso por el fútbol internacional.

En 2007-2008 llegó a Argentinos Juniors, donde tuvo la oportunidad de marcarle a Boca, River, Racing e Independiente. Por su estadía en el club de La Paternal lograría la clasificación a la sudamericana. En el país jugaría en otros equipos del ascenso como: Gimnasia y Esgrima de Jujuy, Deportivo Maipú y Bella Vista de Bahía Blanca.

Pero hay otros tres equipos donde jugó y a los cuales les tiene un recuerdo más especial. El primero es Gimnasia y Esgrima de Mendoza, que en 2012 aceptó una propuesta en un momento de su vida donde estaba agotado y se le cruzó por la cabeza dejar de jugar. Define el club como muy lindo y ordenado con una buena proyección la cual cree que lo ayudará a llegar a primera división. Dos años después se sumaría al plantel de Estudiantes de Casero, club de la B Metropolitana que eliminaría a River y llegaría a semifinales de Copa Argentina donde caería por penales frente a San Lorenzo después de empatar 1-1, Delorte marcaría el gol de su equipo.

El tercer equipo y el último, en cuanto hablamos de su carrera profesional, es San Martin de Burzaco. Donde le quedó un recuerdo amargo después de vivir una escena trágica como lo fue el fallecimiento de su compañero Emanuel Ortega, quien perdió la vida en la cancha tras estrellarse contra el paredón en una desafortunada jugada. El accidente lo impacto en lo personal, el recuerda ese momento de una manera muy triste: “Uno nunca piensa que cuando va a jugar al fútbol que un compañero pueda perder la vida dentro de una cancha. Son las carencias que tiene el fútbol de ascenso, que los partidos se jueguen con los paredones tan cerca y sin protección de ninguna colchoneta. El ascenso es muy sacrificado, mucho a pulmón. Es la otra realidad del fútbol Argentino”.

En la actualidad, Alejandro Delorte vive en su pueblo natal y juega en el club Pacifico de Cabildo, que disputa la Liga del Sur. Con 40 años busca apoyar a los más chicos en sus primeros pasos, aconsejándolos y ayudando con la experiencia que él tiene para que vuelva a salir un chico de Cabildo a jugar en el fútbol de primera. Aunque ve más difícil ahora que eso suceda con el resiente descenso de Olimpo, una gran mano para la producción de futbolistas de primer nivel. No pierde la esperanza y cree que algún día alguien lo acompañara en la representación de su pueblo como jugadores de Primera división.

 

Agustín Maipach, 2do. A TM