La gira europea sobre tierra batida, correspondiente a la segunda parte del año tenístico -posterior al primer tramo de la temporada de pistas duras, ya transitada-, ha dado comienzo en este mes. Con el Masters 1000 de Montecarlo y, junto con las renovadas ilusiones que genera esta nueva superficie, también aparecen las esperanzas de volver a ver a Juan Martín Del Potro.
Las señales, hasta el momento, son positivas: el tandilense ya se encuentra entrenando en canchas lentas, alternando prácticas tanto en su ciudad natal como también en el Tenis Club Argentino. Fue el propio Delpo quien se encargó de reflejar esta noticia en sus redes sociales oficiales: «Hola, polvo de ladrillo», escribió a modo de anuncio de su regreso a este tipo de pistas.
A pesar de que esta no es su superficie favorita, principalmente por el estilo de juego agresivo que caracteriza a Del Potro, la gira europea -en caso de que haga su regreso aquí, ahora- supondrá una etapa de readaptación al circuito. De esta manera, probablemente, el objetivo sea volver a tener buenas sensaciones dentro de una cancha de tenis, y no tanto apuntar a conseguir resultados en la inmediatez.
De igual forma, y para tranquilidad de la Torre de Tandil, son pocos los puntos que deberá defender de 2018 en los primeros torneos sobre polvo: 90 en Madrid (octavos de final) y la misma cantidad que deberá sostener en el Masters 1000 de Roma (octavos de final). Las complicaciones, hablando del ranking ATP – que hoy lo tiene 9º- , surgirán cuando llegue el Grand Slam parisino, cita máxima sobre esta superficie: Roland Garros. Allí deberá defender las semifinales obtenidas el año pasado, que se traducen en 720 puntos.
Autor: Marcos Carena