Diego Rodríguez es quien estuvo detrás de los procesos de recuperación de Juan Martín Del Potro y aún sigue trabajando para la puesta a punto del tandilense, después de su lesión en la rodilla derecha. Años atrás, para el tenista fue muy complejo encontrar a alguien de experiencia dentro del país para que lo asistiera con el dolor de su muñeca; fue allí cuando surgió la posibilidad de tratarse con Rodríguez. Ahora resulta indispensable dentro del entorno del número 9 del mundo.
En ocasión de su participación en una charla TED, el oriundo de Gualeguaychú al que llaman “el Favaloro de la kinesiología”, dejó varios conceptos interesantes que denotan no solo su tarea dentro del equipo de La Torre de Tandil, sino también su forma de apreciar el concepto de salud, bienestar y excelencia deportiva.
“Todavía no está claro el alcance que tiene nuestra profesión como kinesiólogos; a nosotros nos relacionan con la enfermedad y la persona ya operada. Pero en realidad, la kinesiología tiene otra incumbencia y esa es la de la prevención. Cuando nos preguntan qué hacemos en la gira, les contesto que los cuidamos. Porque curar es cuidar”, dijo el profesional mientras de fondo se proyectaban imágenes de los festejos en Zagreb, después de la obtención de la primera Copa Davis para la Argentina. Justamente, ese momento fue uno de los más importantes no solo de su profesión, sino también de su vida, a nivel personal. Él fue uno de los eslabones principales en los momentos críticos de Juan Martín, cuando los rumores del retiro definitivo estaban muy cerca de concretarse. La clave de su metodología siempre estuvo en priorizar la salud por sobre cualquier resultado deportivo.
Con el tópico del cuidado del cuerpo, como línea conductora de su discurso, también comentó: “El dolor es una segunda oportunidad que nos da el cuerpo. Si no sintieran dolor los buenos deportistas, estarían muertos. Porque pasan sistemáticamente el límite de lo físico y ellos no saben cuál es ese límite, por eso son buenos”. José Acasuso y David Nalbandian también pasaron por las manos del profesional de 48 años que tiene especial afición por el tenis. A pesar de la importancia de sus pacientes anteriores, la relación con Del Potro va mucho más allá de lo estrictamente profesional. Se forjó una amistad durante acontecimientos tales como la obtención de la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río 2016.
De manera general, habló sobre la importancia de los hábitos saludables tanto en la persona común como en los deportistas. Presentó a la alimentación como un pilar fundamental en el cumplimiento de objetivos y a la movilidad como la mejor aliada para conseguir el bienestar. También, planteó la necesidad de una educación más integral, para llegar a conocer en profundidad al cuerpo y no solo prestarle atención cuando ya es demasiado tarde. “La salud es una prioridad, pero solo cuando la perdemos. Con mis pacientes tenemos un trato no escrito, ‘prueben un mes, si no están conformes les devolvemos sus viejos hábitos’”, expresó, con humor.
Nota por: Belén Medina