El festival Lollapalooza, que acaba de realizarse nuevamente en el hipódromo de San Isidro, es un evento donde miles y miles de fanáticos se juntan para apreciar distintos tipos de géneros y estilos musicales.
Los jóvenes se preparan todo el año, las entradas se sacan tres meses antes, sin saber quiénes serán las bandas invitadas. Lollapalooza no es sólo un show musical, es arte, concientización y unión, ya que es el único evento donde se puede juntar el rock, el pop, la cumbia y hasta el cuarteto. No importan las modas, creencias ni religiones, conviven todos juntos en un mismo evento.
Las nuevas modas y la inclusión muestran a los jóvenes con “esos raros peinados nuevos”, cabellos y uñas pintadas, mostrando sus diferentes estilos. Y no hay límites de edad, cada año se van incorporando nuevas tendencias como el “Kidzapalooza”, un espacio orientado a los niños que presenta actividades lúdicas y talleres creativos, entren otras cosas, las cuales van adquiriendo mayor importancia dentro del espectáculo.
En los tres días que duró el festival, todas las bandas fueron importantes, ya que generaron la misma expectativa artistas internacionales como Steve Aoki o Lenny Kravitz y los locales como Lali Espósito o La Mona Jiménez, aunque tal vez tuvieron mayor repercusión los artistas argentinos.
Agustina Arce