Como lo viene haciendo año tras año la Fundación Discar, que trabaja con personas con discapacidad intelectual para favorecer el desarrollo de sus capacidades y su su inclusión social y/o laboral, presentó el miércoles 28 de octubre, una exposición del taller de arte en el teatro Maipo, la expectativa era toda una incertidumbre ya que dicho evento venía preparándose con mucha anticipación dentro de la institución.
Llegado el día, los integrantes de las respectivas obras llegaron al teatro al mediodía para comenzar la puesta a punto previo a la obra. Detrás de esto hubo un gran grupo de trabajo que contó con maquilladores de primera línea, jefas de vestuarios, voluntarios y un gran equipo que hizo que todo eso fuera posible.
A medida que pasaban las horas todo iba tomando color, los actores con sus vestuarios listos esperaban la hora de que se levante el telón y poder comenzar a disfrutar e interpretar todo lo que habían trabajado durante varios meses. A las 17 de ese mismo día todos ensayan por última vez y ahora sí: Manos a la obra. La gente comienza a tomar asiento y el Maipo comienza a poblarse, en el piso de abajo los voluntarios corren de acá para allá, los microfonistas preparan todo para que suene perfecto, la gente de vestuario y maquillaje pulen detalles, y, al fin, se sube el telón y el locutor acompañado de un vídeo presentación, da comienzo a la noche.
En la primera obra, 15 integrantes de La fundación pisan el escenario con una pieza dedicada a la comunicación y el uso de la tecnología, hacen referencia al mal uso de la misma y desde un principio nos dejan un claro mensaje: «La tecnología tiene sus pro y sus contras, y gracias a todo lo que nos brinda permite facilitar nuestras necesidades diarias de la vida, sin embargo, a veces las personas perdemos control sobre ellas y nos volvemos dependientes de la tecnología. Por eso es muy importante darle buen uso, ya que es una herramienta muy útil para nuestra vida cotidiana».
Con esta frase como cierre, se baja el telón y luego de una emotiva interpretación la gente aplaude de pie para el cierre de la obra n°1.
Al finalizar esto, el locutor responsable de manejar los tiempos de la noche invita a Jorge Billordo, psicólogo y presidente de la fundación para que suba al escenario y le cuente a la gran cantidad de público presente, sobre los talleres, servicios y proyectos que se realizan en la institución. Mientras tanto, debajo del escenario y alrededores el personal a cargo de preparar las obras, dejan todo listo para que la segunda parte del espectáculo salga a tiempo y de manera exitosa.
La segunda obra de la que participan 18 integrantes hará referencia a las dificultades de comunicación de un individuo de nacionalidad argentina en China. Agregándole un poco más de humor, un integrante es el encargado de manejar los hilos e ir contándole al público lo que se trabajó y tratando de dar un mensaje positivo para todos. En esta obra vemos reflejado cómo luego de un problema personal dicho argentino viaja hacia China, donde es aceptado, poco a poco, por la gente del país oriental. Dejándonos en claro que sin importar de dónde uno venga, o a dónde quiera ir, hay que dejar de lado la discriminación que se vive actualmente y la violencia generada por la falta de inclusión, tan presente en los tiempos que nos tocan vivir. Una vez culminada la obra, nuevamente baja el telón y la gente emocionada aplaude de pie, entendiendo el buen trabajo de los actores.
Nuevamente ingresa el locutor y comienza las palabras de agradecimiento a todos los que hicieron esa noche posible. Mientras, detrás de escena la tercera obra está lista y con todo un marco de expectantes motivados por el trabajo realizado, se abre el telón y… acción.
Aquí 5 integrantes hacen referencia a la obra WALL STEREOT, una obra en donde 5 ancianos con Alzheimer tratan de recordar momentos emotivos y vividos en el transcurso de su vida, pero dicha enfermedad hace que esas historias se desvirtúen y se genera un momento de mucho humor, con una efusiva respuesta de los espectadores, que al finalizar la obra demostraron su conformidad con aplausos cada vez más emotivos.
En el último capítulo de la noche, el taller de música presentó su trabajo con 5 canciones creadas por miembros de la fundación y con la banda también conformada por los miembros de dicha entidad. Pero antes, mientras se preparaba todo lo esencial para que esto también sea todo un éxito, miembros de la fundación y voluntarios fueron reconocidos con un obsequio de parte de la institución, por haber hecho un trabajo incondicional durante el tiempo de preparación y el mismo día dentro del teatro.
Martín Santos
2° «B» T.N.