Por un momento la política quedó de lado, el gran Ricky Pashkus hizo lagrimear a nuestro presidente y llevar a los mandatarios de los restantes países felicidad, alegría y asombro por lo que estaban viendo.
La noche del viernes 30 de noviembre no fue una más en el Teatro Colón, presidentes que estaban en Buenos Aires por un cónclave internacional se reunieron, pero no para hablar de economía ni de conflictos comerciales, sino que se juntaron en nuestro mítico teatro para conocer a fondo nuestra cultura.
El director de teatro y coreógrafo Ricky Pashkus, obsesivo y detallista como es, logró mostrar en una obra diferentes tradiciones y costumbres de todas nuestras provincias, para ello hizo audiciones por todo el país desde agosto, para que cada ritmo musical este identificado con bailarines que lo conozcan a fondo.
Pashkus posee en cartelera actualmente tres obras de teatro: Y UN DÍA NICO SE FUE de Osvaldo Bazán, AL FINAL DEL ARCO IRIS de Peter Quilter y la obra que dirige en el Colón que se titula: SOCORRO, SOCORRO LOS GLOBOLINKS de Gian Carlo Menotti.
El invitado de lujo sin dudas fue Julio Bocca, quien volvió a las tablas del Colón luego de 11 años de su retiro. Según palabras del director fue “complicadísima” la incorporación del bailarín de tan vasta trayectoria. La primera respuesta fue un “no” rotundo, pero a base de llamados incesantes se pudo conseguir la presencia de uno de los mejores bailarines de la historia argentina, que se había distanciado de la institución del Colón por razones que nunca se aclararon.
Esto llevó a muchas críticas debido a que el director no utilizó al ballet permanente del teatro, pero respondiendo a esos ataques se justificó expresando que se buscaba un grupo de bailarines que bailen diferentes ritmos. Estas personas tuvieron que pedir licencias en sus trabajos para poder ensayar 8 horas al día y estar en este inolvidable show.
Participaron también el Ballet de Salta, Mora Godoy y el famoso acordeonista Javier Acevedo. El guion escenográfico estuvo a cargo de Gustavo Mozzi, Nicolás Sorin y Nicolás Guershberg. Además, hubo notables interpretaciones de piezas musicales de los grandes Mariano Mores y Gustavo Cerati.
Uno de los momentos más divertidos fue el capítulo especial que se le dedicó al mate y al chamamé. El mate debe ser una de las cosas que los extranjeros ven con más asombro de nuestro país y no se lo podía dejar pasar en esta ocasión. Además, se pudo ver pluralidad en gustos musicales: se tocó desde rock hasta folklore, lo que hizo un show más colorido.
El show fue transmitido por canales de televisión y de manera online. El espectáculo comenzó 19:30, duró 40 minutos y tuvo en el escenario a más de 159 artistas (84 bailarines y 75 músicos en vivo) que se ocuparon de representar cada recoveco de nuestro país. Los preparativos se iniciaron muy temprano debido a que para llegar al teatro se debían pasar interminables controles policiales.
El día posterior a la obra llovieron llamados telefónicos felicitando al director por haber dejado al país bien en alto. Uno de los llamados fue del Presidente de la Nación Mauricio Macri, quien le transmitió su alegría y su emoción, las que ya se habían visto la noche anterior cuando finalizando la obra una cámara lo enfocó y se lo vio claramente conmovido.
Desde comitivas extranjeras también llegaron diferentes elogios, por ejemplo, Ángela Merkel (Primera Ministra de Alemania) hizo llegar un mensaje de felicitación al director de la obra. Donald Trump, presidente de Estados Unidos, se quedó con ganas de más, expresó que fue muy corto el show.
ARGENTUM fue el escape a una agenda atareada que les esperaba a los mandatarios. Se buscó que se dispersen y a la vez que nos conozcan, que sepan como somos, nuestros gustos musicales y de moda, nuestras tradiciones y costumbres. No podía salir de mejor manera, líderes de todo el mundo se fueron contentos, llenos de satisfacción y mucho tiene que ver el inoxidable director Ricky Pashkus, quien con su toque especial creó una obra inigualable.
Hernán Krawiec
2° «B» T.N.