El teatro Cervantes inaugurado un 5 de septiembre de 1921, ubicado en Libertad 815, posee una gran historia y es parte esencial de nuestra identidad cultural. Es un espacio donde a lo largo de su historia se juntaron artistas, intelectuales y políticos.
El salón fue la concreción del sueño de la actriz María Guerrero y su esposo quienes pusieron su energía y fortuna en la construcción de esta maravilla arquitectónica de la ciudad de Buenos Aires.
Esta pareja española, en 1918 comenzó a hacer realidad el proyecto contactando a diferentes ciudades del mundo para importar los materiales más exclusivos, Valencia mando los azulejos, Tarragona las cerámicas de los pisos, de Ronda llegaron las puertas de los palcos y así muchas ciudades españolas colaboraron en la construcción y en los insumos necesarios.
Los arquitectos de esta obra de una notable envergadura fueron Aranda y Repetto, basando su estilo en la Universidad de Alcalá de Henares. Además de la inversión europea tuvieron el apoyo financiero de los círculos sociales y económicos más prestigiosos de la Capital Federal.
El Cervantes vivió muchos altibajos, debido a deudas que poseían sus dueños o políticas nacionales que lo perjudicaban, pero a la vez también tuvo momentos de brillantez en la cultura Argentina, teniendo grandes obras en escena con los mejores directores nacionales y extranjeros
En 1961 sufrió su mayor revés, se incendió y se destruyó gran cantidad de las instalaciones pudiéndose salvar solo una parte gracias a los trabajadores que accionaron un plan contra incendios de manera organizada y rápida. Ese mismo año el Ministerio de Educación aprobó la reconstrucción y se puso en marcha. El año de reapertura fue 1968.
Uno de los directores más reconocidos que tuvo el teatro fue el dramaturgo Osvaldo Dragún, su periodo comenzó el 1° de enero de 1997. En ese mismo año el teatro logró un anhelo que buscaba hace mucho, se le entregó por decreto la autarquía, es decir seguía dependiendo del Estado pero poseía mayor independencia para usar y administrar sus recursos.
El 14 de junio de 1999, el teatro y la cultura argentina reciben la noticia de la muerte del director, quedando a cargo del teatro el subdirector en ese momento Osvaldo Catalayud. Hoy en día como homenaje, un sector del Cervantes conserva el nombre del aclamado director Osvaldo Dragún. Actualmente Alejandro Tantanian desempeña el cargo de director del teatro y Luz Blanco la subdirección.
OSVALDO DRAGÚN
En la actualidad, el Gobierno de la Ciudad ofrece visitas guiadas dirigidas a niños y niñas por los espacios que tanta historia esconde nuestro único teatro nacional. El recorrido es realizado por Cecilia Miserere, Martin Palladino, Pablo Palavecino y Giancarlo Scrocco.
El teatro posee tres salas, la principal, sin dudas, es la «María Guerrero» con capacidad para 860 personas distribuidas en la sala, las otras son: «Orestes Caviglia», donde caben 140 personas ubicadas en un semicírculo y la sala «Luisa Vehill» también llamado salón Dorado que permite el ingreso de 120 personas y tiene la característica de que no posee ni escenario ni butacas siendo posible adaptar el espacio para cualquier reunión o acto que se quiera celebrar.
El paseo se titula “UN VIAJE SIN FIN” y se podrá hacer hasta el 24 de noviembre de este año. Las localidades están $130 teniendo el 50% de descuento los jubilados, docentes y estudiantes de instituciones públicas.
Además en dicho teatro se pueden disfrutar obras de gran calidad. Por ejemplo “Las Benevolas» obra en la que participa el reconocido actor Gabriel “Puma” Goyti y trata de las frustraciones de un doctor en leyes europeo. También se puede gozar de “LA PIEZA DE FRANZ” un show para los amantes del piano y del baile.
El Cervantes desde hace 97 años se ocupa de tener calidad en lo que produce, un inmenso grado de enseñanza y arte. La ciudad y sus habitantes sin dudas se nutren de esta cultura. Entonces, se hace válida la pregunta: ¿Por qué solo poseemos un teatro nacional?
Hernán Krawiec
2° «B» T.N.