El pasado martes, TNT presentó el último episodio de la segunda temporada de la serie de Underground dirigida por Bruno Stagnaro. Claro está que para los usuarios que cuentan con la plataforma de Cablevisión Flow, este final ya estaba disponible hace un tiempo, pero para los fanáticos que lo seguían por el canal de cable y que debían aguardar una semana para cada capítulo, recién en estos días llegó a su desenlace.
La historia continuó luego de la trágica muerte de “Chelo” Esculapio (Luis Brandoni) a manos de su segundo al mando y ahora líder de la banda “Yiyo” (Luis Luque); y el asesinato de “Roque” (Diego Cremonesi) por parte de su hermano y protagonista de la trama “Nelson” (Peter Lanzani). Éste último, apartado de Buenos Aires durante seis meses, debió volver para arreglar todos los aprietos que generó y así limpiar su nombre.
Es interesante resaltar algunos aspectos de este nuevo “Nelson”, que cambia rotundamente su accionar con respecto al personaje que se vio en la primera temporada. En sus inicios, solo era un humilde muchacho del interior en compañía de su gallo de pelea a la búsqueda de su hermano por el Gran Buenos Aires. Desconocía casi por completo como desenvolverse en la ciudad hasta que se topa con la banda de Esculapio. Ahora, luego del homicidio de “Chelo”, se nota un hombre maduro, que sabe del negocio y lo ejecuta de manera eficiente, con decisiones propias, alguien que va hacia el final guiado por sus convicciones sin importar el riesgo que corra. Las ansias de venganza por la muerte de su amigo transformaron a “Nelson” en una gran amenaza para “Yiyo” y su grupo.
Importante también el trabajo actoral de Peter Lanzani para exprimir al máximo este personaje que, entre otros premios, ya le valió una nominación al Martín Fierro. Su tonada misionera parece estar más trabajada y con mayor fluidez. En una entrevista con “Clarín”, el actor de 28 años contó que para las dos temporadas se instaló un tiempo en Misiones para encontrar frases y perfeccionar el acento. “Ahora Nelson es un personaje con colores diferentes. Además tuve mucho trabajo de oficina, con varias lecturas de los textos”, explicó.
Uno de los detalles que más caracteriza estos seis capítulos es la brillantez de la ausencia del “Chelo” Esculapio. Es que, a pesar de estar muerto, aun permanece vivo en todos a su alrededor y la trama nunca logra dar un vuelco que no lo involucre. Claramente dejó un vacío enorme en la serie que es difícil de tapar, y más por la prominente interpretación que le brindó Luis Brandoni. El antagonista, “Yiyo”, aun posee una parte de sí devota a “Chelo”, al que en ocasiones idolatra por su determinación al mando del negocio. A su vez “Nelson”, lo ve como una figura paterna y hace lo que sea para vengarlo.
La introducción de “El Coronel” (Juan Leyrado) le aporta algo distinto a la historia. Es alguien externo a la banda que está a la misma altura que “Chelo” y que al mismo tiempo es del interés de “Nelson”. Quizás en una posible tercera temporada se le pueda atribuir mayor protagonismo de manera que logre apartar la esfera narrativa fuera del personaje de Brandoni.
El entorno del Conurbano bonaerense es acertado tanto en la primera como en la segunda temporada. El trabajo de ambientación es representado de manera muy allegada a lo que es la realidad, a pesar de lo sombrío que pueda llegar a ser la escenografía en ocasiones, la trama tiene su gran porcentaje de suspenso y es tan atrapante que por momentos esos detalles no cuadran a la vista del espectador. Es muy parecido a otras direcciones de Stagnaro en el pasado, como lo fue en su momento “Pizza, Birra, Faso” (1998) o el unitario “Okupas” (2000), obviamente con el agregado de un mayor presupuesto en esta ocasión.
Algo parecido ocurre con los diálogos. El guión escrito por Ariel Staltari (también actor de la serie, interpreta a “Loquillo”) es homólogo a estas otras producciones de «estilo Underground», pero con el agregado de algunas expresiones propias de la calle en alusión a características sociales, raciales o sexuales.
Iván Pace
2° «B» T.N.