Como con tantas otras cosas, los argentinos solemos hablar sin saber de muchos temas y lugares comunes. La reanimación cardiopulmonar debería ser algo más que una simple sigla para transformarse en un mecanismo de sobrevida. El siglo XXI ha iniciado vertiginosamente afectado por una serie de cambios tecnológicos. Muchos de ellos, beneficiosos para la comodidad cotidiana de las personas pero con algunos efectos contraproducentes sobre la salud de las personas.
Así como desde hace décadas la población mundial se ha ido concientizando sobre la importancia en el cuidado del medio ambiente, también recobró conciencia respecto de la protección de la salud, la alimentación y sus hábitos del mismo modo que lo ha hecho sobre los factores de riesgo para la vida.
Muchos movimientos espirituales revalorizaron el sentido de la vida y la longevidad. Desde este enfoque, el instinto de supervivencia y los recursos cognitivos, han otorgado gran notoriedad a las técnicas de reanimación aplicables a aquellas personas que pueden sufrir accidentes o patologías extrahospitalarias. Pensar en que cualquier ser querido pueda sufrir una eventualidad que comprometa su vida, o que podemos salvársela a cualquier ciudadano tan solo con manejar algunos procedimientos básicos, parece ser un ideal que no está lejos de nuestro alcance.
Al respecto, Gustavo Hermida (32), padre de Lupe admite: "Escapo a este tema porque me da temor el solo hecho de pensar que a mi hija podría pasarle algo así". Cada vez son más las empresas que ofrecen capacitaciones a sus empleados en RCP. También ocurre en los clubes de barrio, sociedades de fomento e instituciones educativas. Las maniobras son básicas pero aumentan las posibilidades de sobreivida exponencialmente cuanto antes se intervenga.
Existe en el ámbito médico una regla o protocolo de aplicación que se denomina DR. CAB. Cada una de estas letras, representa los pasos a seguir según el orden que presenta la sigla. Es decir, se trata de una regla mnemotécnica. En relación con este tema, Eugenio Liuzzo -Profesor de Educación Física, Guardavidas e Instructor de RCP-, detalló cada uno de los siguientes ítems:
D.- Se trata de Distinguir el Peligro. En este punto: "el reanimador debe de reconocer si el contexto es seguro o no" aclara. Si se encuentra en una zona con posibilidad de derrumbe, si se trata de una zona expuesta a la , o se encuentra en la vía pública sobre la calle donde transitan automóviles. Lo que debe garantizar la persona actuante es trabajar sobre la víctima en una zona segura.
R.– Es la Respuesta ante un estímulo. Esta es una manera de determinar si la persona está consciente o no, si presenta signos vitales como la respiración o el pulso y si, bajo esas circunstancias, se justifica el inicio de la maniobra. "Los estímulos son auditivos, visuales o dolorosos" expone Liuzzo.
. Este punto significa Activar el Servicio de Emergencias médicas. Esto es, llamar al 107. Es importante en el llamado especificar la situación de la víctima, su rango etario, los síntomas que presenta, indicar la ubicación y esperar que el servicio corte la comunicación antes que nosotros. Al respecto el Instructor advierte: "no se debe cortar antes para permitir la repregunta de los profesionales que enviarán la ayuda".
C.– Compresiones torácicas. Son las compresiones que se deben efectuar respetando una serie de condiciones técnicas en cuanto a la ubicación de las manos sobre el pecho de la víctima -altura de las tetillas-, sobre la postura corporal -colocando los brazos firmes en línea perpendicular al suelo y sin flexionar los codos-, también respecto del movimiento – debe nacer de las caderas-, y por último en lo relativo a la cantidad de compresiones -100
a 120 por minuto- y la profundidad de la misma -deberá alcanzar 5 a 6 centímetros de profundidad en el caso de un adulto-.
A.– Apertura de vías aéreas. Se refiere a permitir que la vía respiratoria se encuentre liberada -esto se logra mediante la hiperextensión cervical-.
B.– Boca a boca. Este es el punto relacionado a las insuflaciones que se deben otorgar a la víctima para proporcionar oxígeno. "Estos últimos dos puntos están más vinculados a aquellos que son profesionales de la salud y que conocen las técnicas de insuflaciones y que cuentan con elementos de
bioseguridad", especifica Liuzzo. Por eso, podrían ser omitidos por el reanimador concentrándose en las compresiones. "Ocurre que las compresiones tienen la finalidad de irrigar sangre al cerebro constantemente para que no se generen daño", aclara. No necesariamente la persona con una falla cardíaca recobre su estado por las compresiones sino hasta el arribo de la ambulancia pero sí se asegura la vitalidad a nivel cerebral.
Cadena de sobrevida
Otro procedimiento que incluye las maniobras de RCP es la denominada "Cadena de sobrevida". La misma consiste en respetar los siguientes pasos:
107 – Activar el servicio de emergencias
RCP – Iniciar las maniobra de reanimación
DEA – Utilización del Desfibrilador Externo Automático que pueda estar a nuestro alcance
UVA – Unidad Vital Avanzada. Llegada de la ambulancia
CUIDADOS – Cuidados post paro cardíaco. Solo se trata de voluntad de aprender y campañas de concientización por parte de las Instituciones gubernamentales, deportivas, educativas y sociales. Siempre habrá profesionales como Eugenio Liuzzo dispuestos a ofrecer servicios a la comunidad para salvar una vida: "Mejor recompensa que recibir el agradecimiento de un familiar, no existe", concluyó.
Demian Bellusci