Desde su llegada a la presidencia de la FIFA, en medio del escándalo de corrupción (FIFAGate), Gianni Infantino se propuso potenciar el fútbol femenino. Hace unas semanas, la FIFA dio a conocer «la primera estrategia global para el fútbol femenino». El presidente de la FIFA comunicó que el Mundial de Francia 2019 entregará 30 millones de dólares en premios, el doble que en la última edición.
A esta cifra se añade una suma de 11,52 millones de dólares que se distribuirá entre las 24 selecciones participantes como parte del proceso de preparación. Y otros 8,48 millones de dólares que se repartirán como compensación entre los clubes que cedan sus jugadoras a las selecciones. En total, entonces, el monto ascenderá a los 50 millones de dólares.
Pese a que se trata de un gran avance, el fútbol mantiene una notable diferencia entre hombres y mujeres en el aspecto económico. Por eso, el Sindicato Mundial de Futbolistas (FIFPro) recordó que las cifras siguen estando lejos de los premios del fútbol masculino. En el reciente Mundial de Rusia solo Francia (campeón) se llevó unos 38 millones de dólares en premios.
En cuanto al total de dinero entregado en premios, la FIFA decidió llevar esa cifra de 358 millones de dólares de Brasil 2014 a los 400 millones de Rusia 2018 en los hombres, mientras que entre las mujeres ese monto aumentó de los 15 millones de Canadá 2015 a los 30 millones que habrá en Francia el próximo año.
A principios de mes, la FIFA lanzó el primer plan para desarrollar el fútbol femenino, basado en tres aspectos clave: «Aumentar la participación, potenciar el valor comercial y sentar las bases», es decir, desarrollar las inferiores.
El organismo se plantea duplicar el número de futbolistas hasta alcanzar los 60 millones en 2026 y que para 2022 todas las federaciones de la FIFA tengan una estrategia integral de fútbol femenino. También desarrollar un programa de fútbol escolar, aprovechando las estructuras existentes para incorporar la actividad.
El otro aspecto es el desarrollo técnico (aumentar el número de entrenadoras preparadas) y dirigencial (lograr que el cien por ciento de las federaciones miembros de la FIFA cuenten al menos con una mujer en sus comités ejecutivos en 2026 y conseguir que en 2022 al menos un tercio de los miembros de las comisiones de la FIFA sean mujeres).