Los problemas de pobreza, desempleo e inseguridad en la sociedad de Honduras se van incrementando día a día, por lo que obliga a miles de personas a emigrar del país en busca de un mejor estilo de vida, aunque se espera que cuando se normalicen estos problemas, vuelvan a su país natal.
Está chequeado que Honduras es uno de los países con más violencia en el mundo en el que se registra un total de 1.808 homicidios en lo que va del año.
De los 10 millones de hondureños, el 70% se encuentra en situación de pobreza según la ONU, por lo que tener un plato de comida al día sólo puede hacerlo una tercia parte de la población, y para un malestar mayor en la sociedad, la canasta básica sigue incrementando, al igual que los desempleos, que llegó a un 60% en 2017.
Los pocos que tienen trabajo reciben 9.000 lempiras (US$385), por lo cual a los hondureños no les alcanza para cubrir los gastos básicos y, con respecto a la educación del país, no está atravesando el mejor rendimiento en lo que es América Latina, ya que sólo tres de cada diez hondureños reciben educación secundaria, lo cual es muy bajo para la formación a futuro de un país.
Para evitar esta situación se estima que 7 de cada 10 hondureños, incluso con bebés en brazos y niños, iniciaron una caravana el 13 de octubre en la que, sin dormir de la mejor manera, con mucho cansancio, con falta de alimentos, de dinero, y sólo con la ayuda de los residentes que se encuentren cerca de esta caravana (brindan comida o refugio), se registró que recorrieron unos 760 kilómetros a pie con el fin de cruzar las fronteras de Guatemala, El Salvador y México para llegar a su destino que es la frontera de Estados Unidos (faltarían unos 3.000 kilómetros), donde buscarán tener un futuro mejor.
Juan Carlos Flores participa de esta caravana que se dirige a Estados Unidos, y por la experiencia que vivió, dijo: “Sabemos bien que México no nos recibió como esperábamos y que nos pueden devolver a Honduras, y también sabemos que hay narcotraficantes en este país que secuestran y matan a los migrantes” y agregó “Pero vivimos con más miedos en nuestro país, así que seguimos para adelante”. El hondureño marcó sobre el problema que tendrían con los narcotraficantes, ya que, en el año 2010, un grupo de 72 migrantes sufrieron los secuestros del cartel “Los Zetas”. El final para este grupo fue el peor porque, al negarse a unirse al cartel, resultaron asesinados.
Para cuando los migrantes lleguen a Estados Unidos, sólo los frenaría una persona, Donal Trump, quien expresó “dejaré cruzar la frontera a aquellos que tengan Visa, el resto no ingresará al país”, pero también aprovechó para mostrar que se molestó con las decisiones de México, Guatemala y El Salvador por permitir que los hondureños crucen las fronteras sin problema, por lo que avisó que cortará con las ayudas económicas hacia ambos países si siguen permitiendo que la caravana avance.
Los tres países recibieron este año US$ 193 millones por parte de Estados Unidos, por lo que perder la asistencia de este país sería algo trágico para ellos, por lo que este problema derivó a que cancilleres y vicecancilleres de estos países se reunieran en Tegucigalpa con la idea de buscar una solución contra estas caravanas, a lo que también estuvo un enviado especial del presidente de México.
El Ministro Consejero de la embajada de Estados Unidos, David Hodge, quien se encuentra ubicado en Guatemala, afirmó que en Honduras hay “problemas serios» y que esta migración se debe a “una situación humanitaria bastante difícil, pero también se encargó de informar lo que su presidente ya había comunicado, por lo que dijo “hay riesgos con esto, ya que es muy probable la idea de que sean expulsados al llegar al a frontera”.
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Matías Sánchez.