Con poco brillo, pero mucho ascenso

Cuando se habla de técnicos de ascenso se vienen a la cabeza muchos nombres, algunos bastantes populares, como es el caso de Blas Armando Giunta, […]

Cuando se habla de técnicos de ascenso se vienen a la cabeza muchos nombres, algunos bastantes populares, como es el caso de Blas Armando Giunta, “El Ferguson”, de Almirante Brown, en el cual estuvo 8 años seguidos siendo el entrenador de la “Fragata”, con altibajos, pero  lo supo ascender a la B Nacional en la temporada 2006/07.  Así también tuvo que marchar, luego de tantos años por malos resultados en la campaña 2013/14, lo que culminó con el descenso de Almirante a la tercera categoría.

Pero este solo es un pie para comenzar la historia de entrenadores que no han tenido el brillo periodístico de Guillermo Barros Schelotto, ni del “Tigre” Gareca, menos de un “Cholo” Simeone. Estos entrenadores  lucen o lucieron en donde es muy difícil lucir, en el ascenso del fútbol argentino, sino pregúntenle a Pablo Vicó que fue panchero del club Brown de Adrogué, un equipo de barrio de la zona sur del Conurbano Bonaerense, que no tiene el sustento económico que muchos equipos de primera manejan, ni tampoco jugadores de “elite”, pero allí es donde se ve la calidad del técnico de ascenso. Como a algunos les gusta llamarlo, “Don Ramón”, es ese hombre que lleva hace 10 años al frente del club de sus amores, que vive en la pensión sin los lujos con los que cuentan  los entrenadores mencionados, que logró subir al “Tricolor” de Adrogué a la B Nacional, y forjó una paternidad ante un equipo de Elite como es Independiente,  derrotándolo en dos ocasiones. Una de ellas fue la eliminación de la Copa Argentina, que quedará en la cabeza de los hinchas por mucho tiempo.

Otro ejemplo de que nada es imposible es Ricardo Rezza, que agarró a un Temperley con malos resultados en la Primera B Metropolitana y culminó logrando dos ascensos seguidos, impensados. “El Celeste” de la mano de Rezza volvió a primera luego de 27 años. Los hinchas de Temperley, club que sufrió una quiebra en los años 80, habrán visto muy lejano el ascenso del “Gasolero”. Pero Rezza, con la capa de súper héroe, logró ascender a la B Nacional en una definición no apta para cardíacos ante Platense por penales y luego a Primera A  dentro de los 10 que ascendieron en la campaña del 2015. Además, Ricardo cuenta con cuatro ascensos más, dos con Gimnasia y Tiro de Salta, en 1993 y 1997; otro con Belgrano en 1999 y con Villa San Carlos, a la segunda categoría en 2013.

No, no nos olvidamos de él, odiado por algunos, amado por otros, Estamos hablando de Ricardo Caruso Lombardi, entrenador que empezó sus armas en Defensores de Belgrano, con grandes campañas en clubes del ascenso, lo que  llevó a que “Mano Santa” haga sus primeros milagros. De UAI Urquiza pasó a manos de Racing que vivía un momento nefasto, pero supo elegir bien el entrenador para escapar de la zona roja. Con la “Academia” se suman muchísimos equipos, pero uno de los milagros más grandes fue en Boedo, con un San Lorenzo prácticamente descendido, pero que no era problema para Caruso que agónicamente en un partido que perdía 2-0 de local ante N’ewells, no solo lo pudo dar vuelta, sino que se dieron los resultados para que el “Ciclón” juegue la promoción que luego le permitió seguir en  la Primera División. Quilmes, Sarmiento de Junín, Racing, San Lorenzo, Tigre, N’ewells Old Boys, Argentinos Juniors, son algunos de los equipos que le dieron la fama de “Salvador” a Caruso Lombardi, que también ha hecho muy buenas campañas o armado grandes equipos que luego terminaron ascendiendo de categoría, por caso, Sportivo Italiano; All Boys; Tigre; o Tristán Suarez, con quien, increíblemente, no logró ascender, más allá de haber conquistado 43 puntos y finalizado el torneo de Primera B, pero Don Julio Grondona (con el consenso unánime de los dirigentes) había decidido realizar un torneo de 30 equipos de primera división y le dio prioridad a los equipos del interior.

Hay una enorme cantidad de técnicos que han dirigido a muchos equipos del ascenso y que han dejado su huella, y mencionarlos a todos significaría una lista muy grande, por lo tanto, nos quedaremos con algunos de ellos, los más resonantes. Como Héctor “Chulo” Rivoira, quien dirigió, entre otros, a Ituzaingó; Almirante Brown; Nueva Chicago; Ferro; Instituto; Crucero del Norte; y posee 3 ascenso con Chacarita (1999), Instituto (2004) y Atlético Tucumán (2009). El ya fallecido Rodolfo Motta, que era contratado cada vez que un equipo necesitaba salvar la categoría, y que pasó por clubes como Sportivo Italiano; Deportivo Español; Deportivo Morón; Chaco For Ever; Estudiantes de Caseros; Quilmes; y cuatro etapas en su amado Nueva Chicago, y logrando el ascenso al Nacional en 1997 con Brown de Arrecifes.  Y por último nos quedaremos con Oscar “Cachín” Blanco, que dirigió a Acassuso; Idependiente de Rivadavia de Mendoza; Unión de Santa Fe; Huracán de Tres Arroyo; Almagro; San Miguel, con quien obtuvo el ascenso a la B Nacional en 1997; logra ascender a  Primera División a Atlético de Rafaela, en 2003; y en 2007,  asciende a Sportivo Italiano a la segunda categoría.

En fin, como mencionamos algunas líneas más arriba, la lista se hace interminable, así que le daremos un cierre por el momento y, si la nota resulta interesante, haremos una segunda con quienes hayan quedado en el tintero.

 

Realizado por Iván Furman. Germán Roca. Darío Bonnín.