Una nueva cultura se vive en nuestra sociedad a la hora de encargar comida, los celulares evolucionan constantemente y generan plataformas de consumo de productos y servicios que trae aparejado una forma de trabajo particular.
Cada vez más se ve en reuniones entre amigos, en el ámbito laboral o incluso dentro de la familia, que a la hora de comer se busque dentro de una aplicación, la cual se instala en unos segundos en el celular. En realidad hay más de una aplicación con el mismo funcionamiento o con características similares.
Se trata de una nueva forma de pedir comida, más sencilla, al alcance de la mano y con solo tildar un botón en la pantalla del teléfono. Se encarga lo que desea comer, lo detalla en donde se quiere recibir y lo más sorprendente, puede ver el seguimiento del pedido por el GPS. Antes de finalizar el encargo indica de qué forma se abona, con tarjeta o efectivo. El delivery (en su mayoría chicos en bicicletas) indicará cuando retire el pedido, de la misma manera cuando esté camino al destino de entrega.
De esta manera se abrió una nueva fuente de trabajo para el que se necesita de un celular que cumpla los requisitos para acceder en tiempo y forma a la aplicación, como así también al mapa interactivo de la plataforma, y movilidad, que puede ser bicicleta, moto o rollers.
En su mayoría este tipo de trabajo lo realizan hombres extranjeros menores de 40 años, que necesitan sustentarse dentro del país o argentinos que buscan una ganancia extra. Para ingresar a este tipo de empresas de reparto. También es indispensable darse de alta en monotributo.
“Nos dan un numero de ID para que nos identifique y sumemos puntos para tener más oportunidades de reparto, además de generar más ingresos. Si o Si dependes de una movilidad para llevar los pedidos y pagarle a la empresa el alquiler de la caja que son 300 pesos”, explica Pablo, de Rappi.
La tecnología avanza a gran escala en el siglo XXI, como así también las sociedades. De tal modo, se las ve afectadas por estos sucesos que demandan un aprendizaje para el consumo de estas novedosas maneras de compra-venta de servicios y productos. Por su parte, las empresas buscan innovar en este nuevo mercado creando aplicaciones similares, que beneficien o simplifiquen la vida del cliente.
Un ejemplo claro es la compañía española Glovo, que realiza envíos con la misma modalidad de todo tipo de productos: alimentos, ropa, calzado, productos de farmacia, panadería, etc.
La repercusión de este tipo de plataformas es tan grande que genera ingresos múltiples a las empresas que se expanden por todo el mundo en donde la tecnología, y las leyes laborales, lo permitan. El auge de esta modalidad no puede ser ajena a la falta de trabajo que padecen distintos países, como así tampoco a las nuevas generaciones de chicos que crecieron con los avances de la tecnología celular y hacen posible la masividad de estas aplicaciones.
Analizado desde otro ángulo, las empresas como Rappi, Pedidos Ya y Glovo aprovechan para anunciar a restaurantes, locales de comidas, compañías de comida rápida y un gran etcétera. Por lo que estas marcas o dueños de locales deberán pagar un monto para aparecer en el menú de estas aplicaciones. Esto también genera que los dueños de locales de comidas o distintas marcas reduzcan sus propios deliberys para ahorrarse un gasto que mantener.
“Esta aplicación al local le vino muy bien, se hizo conocido y amplió sus ventas debido a que no hacemos entregas a domicilio”, cuenta Nora, dueña de una parrilla en Villa Urquiza.
Exiten los pro y los contra para esta nueva etapa del celular y su tecnología a punto que modifica la forma de actuar de los individuos dentro de la sociedad, como así también una nueva política de consumo, y una nueva forma de trabajo cuyas características hay que atender.
Santiago Parodi
2° «B» T.N.