En las últimas décadas han pasado infinidades de películas basadas en las historias publicadas en comics, en gran parte dedicadas a superhéroes, ya que tienen la facilidad de atrapar a un público aún mayor que los demás géneros, debido a su complejidad en la trama, la popularidad de la imagen del héroe y sus hazañas. En la actualidad, el comercio de este tipo de filmes ha estallado con los productos cinematográficos lanzados por las compañías Marvel Comics y DC comics, ambas lideres en el rubro. Tal es así, que se han comenzado a desarrollar series para poder expandir de una mejor manera la gran cantidad de historias y personajes que tienen a su disposición, un ejemplo de esto ya lo fue Smalville, que narró los años previos de Clark Kent antes de convertirse en Superman.
Asi es como nos encontramos con Gotham, una serie producida por Fox que cuenta los comienzos del superhéroe más importante de las publicaciones de DC en el presente, Batman. La historia por el momento tiene 4 temporadas y narra la evolución de Jim Gordon y Bruce Wayne en la peligrosa ciudad de Gótica, en donde la delincuencia y la corrupción azotan de manera absoluta. Además de ellos dos, la trama gira en torno al origen de los futuros villanos del enmascarado, cómo surgieron de la ciudad, qué los llevó a tener esa demencia que los caracteriza y de qué manera escalaron posiciones para llegar a ser lo que son.
No hay duda que para los fanáticos del hombre murciélago esta serie promete mucho, y es algo que DC nunca les había ofrecido. Si bien la historia no es llevada a cabo al pie de la letra de los comics, dado que es una adaptación a la pantalla chica, los productores supieron mantener la trama, el suspenso y la atención de los televidentes. Hasta ahora, solo el arco argumental de Batman: Año Uno ha brindado un origen al justiciero enmascarado, pero no lo ha hecho desde el punto en que Bruce Wayne es un niño y debe lidiar con la muerte de sus padres y todo lo que esto implica en el trascurso de su vida.
Es para resaltar la gran actuación de Ben McKenzie en el papel de James Gordon, un policía honesto que llega a Gótica para hacerle frente a una ciudad manejada por las pandillas y la mafia. McKenzie supo darle una correcta caracterización y evolución al personaje dentro de las 4 temporadas en donde se reflejan los sacrificios y las decisiones que debe tomar Gordon para sobrevivir en un lugar inmerso en el caos y donde debe hacerle frente a dementes criminales a tal punto de romper esa barrera del “policía incorruptible” y hacer lo que sea necesario para poder salvar la ciudad. Al mismo tiempo, la caracterización de David Mazouz como el joven Bruce Wayne es también muy acertada. Al principio nos muestra un Bruce abatido por la tragedia de sus padres, pero que poco a poco se va a ver envuelto en lo que son las calles de Gótica y sus consecuencias. Con el paso de la serie comienza a perfilar aquel muchacho que se convertirá en el caballero oscuro.
Así mismo, los villanos son una parte muy importante en el desarrollo de la historia. Hay una gran participación desde la primera temporada de personajes como Oswald Cobblepot (El pingüino) o Edward Nigma (El acertijo), que brindan un mayor desarrollo a la trama y acomplejan el suspenso con el pasar de los capítulos. A pesar de no ser protagonistas principales en la serie, juegan un papel muy destacado en donde no solo se describe lo que es el villano en sí, sino que se trata de introducir desde experiencias personales qué fue lo que los ató a seguir ese camino de locura y delincuencia.
En cuanto a la ambientación de ciudad Gótica se ha hecho un trabajo de menor a mayor. En los primeros capítulos no se notó de gran manera esa característica específica y particular de Gótica como lugar sombrío. Ya en la segunda temporada se mostró una evolución en ese aspecto, con un gran trabajo en la iluminación, que logró manejar a la perfección la esencia de lo que tendría que ser la ciudad. Esto, junto con la escenografía, consiguió generar un producto audiovisual esplendido que cada vez se perfecciona más.
Ivan Pace
2° «B» T. N.