La prohibición de trapitos y limpiavidrios se vuelve a impulsar por parte del oficialismo, en una iniciativa que entra en la discusión de la reforma de los códigos Contravencional y Procesal Penal que se discutirán en la legislatura.
La reforma en sí tiene el objetivo de erradicar las diferencias entre los géneros, fomentar la igualdad para que las mujeres se sientan más seguras en la calle. La ley vigente acerca de los trapitos o cuidacoches sanciona sólo a los que exigen una retribución por el cuidado del automóvil sin autorización. A la hora de probarse esto, es un gran problema, sobre todo para los fiscales que no cuentan con suficientes pruebas de esa exigencia que no se permite, y los casos terminan quedando en nada. A partir del cambio de ley, con tan sólo ofrecer cuidar el vehículo será suficiente para aplicar una sanción.
Al código actual, que fija sanciones de entre uno y dos días de trabajo de utilidad pública y multas de entre 200 y 400 pesos, se le agregaría la de arresto de uno a cinco días. Los únicos que poseerán la opción de ejercer esta actividad serán las personas que trabajen en los lavaderos y en los estacionamientos. Haciendo hincapié en el objetivo de la reforma de los códigos, si el ofrecimiento es hacia una mujer, la pena se duplica.
Para esta ocasión, a diferencia de las anteriores, el bloque oficialista cuenta con 34 votos a favor, los suficientes como para que se apruebe la normativa.
Martín Wizenberg