Para aquellos ajenos a la escena de la música electrónica, hay que saber que en Argentina predomina lo importado: las productoras de eventos prefieren completar los line up con djs y productores internacionales ya que estos son los que reciben todas las luces de la noche europea y estadounidense. Solamente con los dedos se pueden contar aquellos talentos nacionales que brillan en el exterior como los casos de Guti, Adrian Hour y el más famoso, Hernan Cattaneo. Por eso a la hora de producir una fiesta, es más seguro importar que apostar a lo criollo.
Sin embargo, hace poco más de cuatro años apareció en la escena Mariano Mellino, un joven proveniente de Ciudad Evita, quién se ganó la confianza de Hernán Cattaneo para comenzar a trabajar bajo su sello discográfico “Sudbeat”.
Su habilidad para mezclar, producir y generar climas en la pista de baile le mereció un lugar en los distintos clubes nocturnos de país, al punto de agotar cada función. Sus presentaciones en la Ciudad de Buenos Aires se agotan cada vez con más rapidez, al punto de que las entradas se agotan tres semanas antes del evento.
Su talento le ha abierto las puertas también en el exterior: ha realizado giras en Europa, Asia e Israel, donde ha servido de telonero de estrellas internacionales como Nick Warren, Sasha y Henry Saiz, entre otros, pero también ocupando el horario principal.
La crisis económica que atraviesa el país que complica el pago en dólares y el apego de Mellino con su público, lo hacen una de las opciones más fiables a la hora de armar fiestas. Su talento ha podido resaltar en una escena que siempre ha preferido asegurar importando que arriesgar a lo nacional y se ve reflejado en cada una de sus “misas”.
Matías Margni
2° «B» T. N.