Se corrió en Buenos Aires la 30a edición de los 42 K de la Ciudad, la carrera más convocante de Latinoamérica, con más de 10 mil participantes en cada una de sus últimas cinco ediciones. Desafortunadamente, un corredor de la media maratón resultó muerto como consecuencia de un paro cardiorrespiratorio. El santafesino Osvaldo Norberto Carrizo, de 55 años, fue el deportista que falleció mientras corría los 21 kilómetros de su prueba.
La realización de pruebas de “gran fondo” o “maratón” en nuestra ciudad tiene una gran tradición ya que la primera competición sobre un recorrido aproximado a los 40 km. tuvo lugar en 1903, entre la zona céntrica y el barrio de Flores. En 1910, con motivo de los festejos del Centenario de la Revolución de Mayo, se realizó un maratón sobre la distancia olímpica (42.195 metros, instituida poco antes) y fue ganada por la gran estrella de aquellos tiempos, el italiano Dorando Pietri. A partir de 1984 se disputa el Maratón Internacional de la Ciudad de Buenos Aires en forma ininterrumpida –a excepción del 2002- y cada vez con mayor convocatoria, en calidad y cantidad. Desde la década pasada, la organización fue asumida por la entonces Fundación Ñandú que presidía Carlos Sáez y, en los últimos años, convertida en Asociación de Carreras y Maratones Ñandú, contando con la fiscalización de la Confederación Argentina de Atletismo y la Federación Atlética Metropolitana.
Desde bien temprano en Alcorta al 7.000, miles de hombres y mujeres hacían sus distintos precalentamientos, intentando prevenir cualquier tipo de lesión para poder correr la carrera con normalidad. Muchos comienzan su preparación desde meses atrás, con entrenamientos semanales y perfeccionamiento de tiempos en distintas competencias; para otros era el primer acercamiento al trote y a las zapatillas en distancias medias.
Osvaldo Carrizo era ingeniero civil y se desempeñaba en el Ministerio de Infraestructura de esta provincia. Sus restos fueron inhumados esta mañana y, por propia decisión en vida, fueron cremados. Según se supo tras su muerte, Carrizo que no era un deportista improvisado, el santafesino ya había participado de competencias similares y se había preparado como en ocasiones anteriores.
Para participar en la media maratón de Buenos Aires hay que presentar un apto médico que indique que el corredor está en condiciones para correr. Y según explica en su web, «al inscribirse, el participante acepta el presente reglamento y declara estar físicamente apto para correr esta carrera eximiendo de toda responsabilidad por accidente, omisión o falta de cualquiera de los ítems contemplados en el presente reglamento, a la Organización y a los Sponsors de esta competencia. Al momento de retirar su kit, todos los corredores deben contar con un apto médico, emitido por un profesional responsable y autorizado, que haya realizado los estudios y chequeos médicos pertinentes, que lo habilite a participar de esta prueba. La Organización recomienda a todos los participantes someterse a un Reconocimiento Médico previo a la prueba, aceptando todo participante el riesgo derivado de la actividad deportiva de Maratón”.
La media maratón porteña comenzó a las 7.30 y Carrizo se desvaneció luego de hacer cuatro kilómetros en 20 minutos. Fue asistido con mucha velocidad, luego de que otro corredor advirtiera su caída. Personal de la Cruz Roja socorrió a Carrizo y lo trasladó al Hospital Fernández, pero pese a los intentos de reanimación, falleció. La Asociación Ñandú (organizadora de la competencia) y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires brindaron asistencia inmediata a sus familiares y publicaron el comunicado donde se indica sobre la muerte del corredor. Cruz Roja tenía siete puestos ubicados a lo largo de todo el recorrido, que comenzó y terminó en Figueroa Alcorta y Monroe.
El cardiólogo Pablo Fiszleider, ex medico de All Boys, explicó que «no existe un protocolo específico para estas carreras. Sí es importante destacar que en esta edición se pidieron más controles que los anteriores y puso a la carrera al nivel de cualquier otra de gran jerarquía en el mundo. Nadie corrió sin presentarlos y hubo 20 ambulancias en todo el trayecto y un médico por cada kilómetro», cuando le Pirámide Invertida le consultó sobre lo que había sucedido.
Es el segundo caso de un maratonista fallecido este año por razones de salud. El 22 de abril pasado, al mediodía, ingresó al Hospital Provincial «Dr. José María Cullen» la maratonista Marlen Gieco, de 38 años, descompensada cuando corría el maratón «Mosquito Trail Eco-Aventura 2018», que se disputó en el vecino distrito de Monte Vera. Falleció el 12 de mayo. Y su deceso se produjo por una falla multiorgánica. Pero no se descartó que la deportista haya sido mordida por un reptil.
Juan Manuel Godoy