Tras la popularidad que tomaron en los últimos años los estilos del rap y el reggaetón, surgió este nuevo fenómeno musical que conocemos como trap. En toda Latinoamérica, el género ha tenido un éxito rotundo, pero mayormente en Argentina es donde ha tenido la gran aprobación de su público. Nuevos artistas como Paulo Londra, Duki, Khea, Ecko y Cazzu son las principales figuras nacionales que poco a poco expanden su música a cada rincón del país.
El trap surgió en los años ’90 en Estados Unidos, más precisamente en el estado de Texas. Pero fue a comienzos del siglo XXI donde se definió con un estilo propio. Con el paso de los años, se prolongó en otras zonas sureñas del país y gran sector de Centroamérica. Vale aclarar que el origen de la palabra trap proviene de los lugares en donde se ejerce la venta de drogas, el termino trap music se relaciona con la música asociada a este tipo de ambiente, pero en la actualidad lejos está de esa realidad.
A raíz del boom artístico del reggaetón y la consagración de numerosos cantantes, entre ellos Daddy Yankee, J Balvin, Wisin, Yandel, Bad Bunny, Ozuna, entre otros, que incorporaron el trap en la base de su música, Argentina amasó un gran número de seguidores, en su mayoría jóvenes de distintas clases sociales e identificados con su sonido callejero. Comenzó a tomar más fuerza todavía mediante las redes sociales y Youtube, en donde los videos producían millones de visitas y donde retrataban las batallas de gallos en plazas bonaerenses y el “Quinto Escalón”, encuentro de freestylers ubicada en el Parque Rivadavia, Caballito, que es la competencia más concurrida y popular de la argentina. Allí fue donde los primeros traperos del país comenzaron a salir a la luz.
En una entrevista exclusiva con el sitio web ArgenFree especializado en trap y freestyle, Octavio Sosa, uno de sus administradores, contó acerca de la inserción del genero en el país: “En principios de 2015 pegó mucho en Argentina lo que es el rap, con el tema de las batallas de gallos se dio un paso muy importante para su popularización. Los raperos y freestylers comenzaron a hacer temas de rap y como vieron que les comenzó a ir bien, se metieron en la movida del trap. Además, al ser una rama del reggaetón que ya tenía gran éxito acá, terminó pegando también”, explicó Octavio.
Al éxito de los traperos y freestylers, se suma también el productor de tan solo 20 años, Omar Varela. Fundador de su propio sello discográfico Mueva Records, que cuenta en sus filas con los cantantes locales más representativos del género. Es coautor de grandes hits como “Hello Cotto” y “Loca” en conjunto con Khea, Duki y Cazzu. Actualmente organiza los shows de Mueva Fest, que en octubre comenzará a dar espectáculos en el Luna Park, por primera vez para el trap argentino. “Cuando algo está en su mejor momento y de a poco se va expandiendo, suceden estas cosas. El trap nunca había llegado tan lejos en Argentina”, explicó Sosa.
Se ha desarrollado una fuerte crítica al trap estadounidense y centroamericano debido a la misoginia en sus letras. En Argentina no ocurre lo mismo, ya que se destaca un estilo diferente, dirigido a temas más románticos y la tradicional referencia al lujo material, ya sea joyas, bijouterie, ropa cara y autos de alta gama. Además, varias traperas como Cazzu o Dakillah son consideradas grandes referentes.
Si bien el género se encuentra en un punto muy alto, en donde comanda las primeras posiciones en plataformas digitales como Spotify o Deezer, aún resulta incierto saber si logrará perdurar durante muchos años en esa posición privilegiada, y así convertirse en un género que se mantendrá a través de las generaciones futuras. “El trap se encuentra en un gran pico de popularidad en la actualidad, pero quizás con el tiempo las modas cambien y el género vaya evolucionando en base a lo que el público demanda. Varios cantantes no eran del palo del rap o el hip-hop antes y hoy están cantando trap”, afirmó Sosa.
Iván Ezequiel Pace
2° «B» T. N.