Con miles de personas expectantes en los alrededores del Congreso, manifestantes que permanecieron en vilo durante toda una fría madrugada, la Cámara de Diputados de la Nación aprobó por 129 votos contra 125, con una abstención. La sesión de la cámara baja fue maratónica: duró más de 24 horas. Ahora será el Senado nacional el que deberá decidir si el polémico proyecto se convierte en ley.
El debate había comenzado a principios de abril, y tras dos meses de compartir posturas de médicos, políticos, famosos y diferentes personalidades, tuvo una primera resolución favorable cerca del mediodía del jueves 14. Fuera del Congreso aguardaban dos facciones; la mitad de verde a favor del aborto, y la otra mitad celeste en contra. Esta división representa las dos posturas completamente diferentes en la visión del tema.
Varios colegios habían sido tomados por sus alumnos en el comienzo de esta semana. Algunos de ellos, el Nacional de Buenos Aires y el Carlos Pellegrini, el Normal N° 1 y 6, la escuela Mariano Moreno, la escuela de Cerámica N°1, entre otros.
La decisión llegó tras innumerables especulaciones, que durante horas daban en ventaja el “no” por sobre el “si”.
Si el proyecto obtiene un resultado negativo en el Senado, el mismo no podrá ser tratado en lo que queda del año como lo indica el artículo 81 de la constitución y, de ser necesario, volverá a tratarse el año que viene pero se mantendrán los mismos disputados que sancionarían este año.
El proyecto del aborto contiene varios puntos que son claves para resaltar de esta propuesta. Uno de los principales es que el aborto tiene que disponerse hasta la semana 14 del embarazo. Posteriormente no se puede realizar, excepto que el embarazo sea producto de una violación o corra peligro la vida de la mama o de la persona gestante. También, si la persona gestante es menor de 16, tendrá que tener la autorización de una persona mayor de edad.
Pero uno de los ítems más importantes es la atención médica, ya que el aborto podrá ser realizado en cualquier centro médico de todo el país, y todos tendrán que contar con la cobertura, ya sea obra social o cualquier hospital público. Los médicos tendrán que saber realizar los procedimientos correspondientes.
Juan Cruz Arrascaeta