Desde el sector de Calidad y Servicios Turísticos de la provincia de Mendoza se propusieron un objetivo que va por buen camino. Su meta a largo plazo es mejorar uno de los patrimonios de la humanidad declarados por la UNESCO (organismo especializado de las Naciones Unidas), el Puente del Inca, como también los pueblos más cercanos.
El Puente del Inca es un monumento nacional de origen travertino (roca sedimentaria de origen parcialmente biogénico) y una de las ocho áreas protegidas que tiene la provincia de Mendoza. Está ubicada en el departamento de Las Heras. Se ubica cerca del paso a Chile y es la entrada principal al Parque Nacional Aconcagua. Se formó a través de la erosión hídrica del Río Las Heras.
Lo que se busca es formar un paseo turístico dentro de este lugar histórico de Argentina, que posee ocho mil años de antiguedad y que por culpa del hombre, como de los vientos de hasta 200 km/h que se producen, está erosionando. Esta vía turística unirá a Puente del Inca con Las Cuevas, Polvaredas y Penitentes.
En el año 2013, el gobierno había sacado un decreto en el que disponía que se iba a hacer cargo de mejorar las malas condiciones en las que se encontraba el lugar. Pero el proyecto quedó en papeles, ya que los comerciantes y habitantes del lugar nunca recibieron respuestas a sus reclamos, en los que pedían una mejor infraestructura y mayor asistencia de servicios.
El CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) realizó un estudio sobre cómo preservar y restaurar el Puente. Se le hizo un monitoreo y la conclusión del informe es que el deterioro natural se está acelerando por factores humanos. El desprendimiento del material travertino se puede frenar si se mejora la dirección de las aguas termales, regando los extremos y no la parte central.
«La prioridad la daremos a la alta montaña y sus atractivos naturales, porque el turismo estuvo en la génesis en esa zona. Ahora buscamos reposicionarla y ponerla en el universo de los principales sitios turísticos del país, ya que se ha perdido ese rol estratégico», explicó a La Nación Marcelo Reynoso, director de Calidad y Servicios Turísticos de la provincia.
El Puente está al límite de la fractura; es por eso que desde 2005 quedó prohibido el acceso para el público por posible riesgo de desprendimiento, lo que dejó con grandes secuelas a comerciantes del mercado turístico de la zona, que buscan llamar la atención de los pasajeros que pasan por el lugar, aunque sin la infraestructura que ellos suplican al Gobierno.
La primera etapa de este objetivo es enmendar los hoteles, edificios y la ruta ferroviaria, realizando un acomodamiento de la ya existente que pasa por el lugar, para no tener que utilizar la Ruta Nacional 7.
La guía turística busca que la zona de Penitentes quede como centro de servicios, ya que es el lugar en el que se ubica una mayor cantidad de plazas para poder pasar las noches, aproximadamente 1350. En dicha “villa” (como la llaman los locales) se encuentra el centro de esquí. A la localidad más cercana a Chile, Las Cuevas, se la potenciará como centro exclusivo de montaña de los Andes Centrales. Mientras que Puente del Inca será el parque temático que permitirá conectar a la gente con la naturaleza y los antepasados.
Según comentó Reynoso al Diario El Sol de Mendoza, la estrategia es la construcción de esta vía turística que una los principales atractivos naturales en alta montaña sin tener que utilizar la ruta 7. Para realizar el recorrido completo, el mendocino o turista podrá hacerlo a pie, en bicicleta o a caballo, ya que por esto se decidió utilizar las vías del ferrocarril y la cuenca del río Mendoza.
Tomás López Caratozzolo