La brasileña Maria Esther Bueno, reconocida como la tenista sudamericana más exitosa de la historia, murió en la ciudad de Sao Paulo, a los 78 años.
Durante veinte años de carrera en la etapa amateur del deporte de las raquetas, Bueno se consagró campeona nada menos que en 589 torneos, incluyendo tres Wimbledon (1959, 1960, 1964) y en cuatro US National Championship (1959, 1963, 1964, 1966), la anterior versión del US Open. En total, acumuló 19 trofeos de Grand Slam: 7 en singles, 11 en dobles y uno en dobles mixto.
Obtuvo su primera gran victoria en el campeonato de dobles de Wimbledon en 1958, junto a la estadounidense Althea Gibson. El año siguiente consiguió el primero de sus tres trofeos en el césped del All England y su primer US National Championship.
En 1960 vivió su apogeo, con un nuevo título en Wimbledon y la victoria en los cuatro torneos de Grand Slam en dobles, así como en el doble mixto de Roland Garros, junto al australiano Bob Howe.
En 1968, primer año de la «era Open», cuando todos los torneos se abrieron a los jugadores profesionales, ganó el dobles de Wimbledon junto a otra leyenda, la australiana Margaret Court. En individuales, Court fue su rival dos años consecutivos en la gran final londinense: en 1964 ganó la brasileña, pero al año siguiente la australiana se desquitó.
Bueno formó tándem con otras jugadores míticas, como la estadounidense Billie Jean King; juntas ganaron el dobles de Wimbledon de 1965, y ante ella cayó derrotada en la final del año siguiente.
En una época de amateurismo, las recompensas eran esencialmente morales. «Solo tenía mi raqueta. Después conseguí dos (…). El premio de Wimbledon era de 15 libras esterlinas en bonos de compras. Era algo totalmente aficionado, no podía haber premios en dinero. Pero gracias al deporte conseguí muchas cosas que el dinero no compra», contó en 2015 en una entrevista concedida al canal de Youtube Esporte Ponto Final.
«Fui recibida por el Papa, conocí a la Princesa Diana (…). Se jugaba realmente por el honor, por la voluntad de ser la mejor, de reconocimiento. Me citan en todos los libros de tenis como una de las mejores de la historia. Para mí, es una victoria personal muy grande, más aún por ser mujer, porque es más difícil; y por ser brasileña», agregó.
Bueno fue consultora durante varios años de la cadena Sportv y comentó partidos junto a Gustavo Guga Kuerten, la otra gran leyenda del tenis brasileño, tricampeón de Roland Garros ((1997, 2000, 2002). Siempre sonriente en sus apariciones televisivas, siguió practicando tenis hasta el año pasado, cuando se vio disminuida por su enfermedad.
En cuatro temporadas se consagró como la número uno del mundo y en 1978, entró en el Salón Internacional de la Fama del Tenis.
Bueno, quien sufría de cáncer, había sido admitida en un hospital de San Pablo el martes pasado.