El garrochista Germán Chiaraviglio está a pocos días de ser el abanderado argentino de los Juegos Sudamericanos Odesur. Sus grandes logros prematuros lo llevaron a las miradas de una de las grandes promesas y con muchas expectativas. El atleta fue campeón mundial a los 17 años, en Sherbrooke, Canadá; a partir de ahí se puso una presión que no pudo sobrellevar.
Su peor momento fue entre 2008-2014 en donde se cuestionó reiteradas veces por el retiro. «La pasé mal, no fue fácil, recuerdo que los 5m60 se habían hecho un karma y hasta el retiro dio vueltas en la cabeza, aunque nunca me lo planteé seriamente», comenta a pocas horas de marchar al estadio de Bolivia, representando al deporte argentino. «Decidí pelearla y en 2015 hice un click y volví a disfrutar de la garrocha. Me saqué mochilas de expectativas externas que había cargado y dejé de luchar contra mi pasado», explicó desde Cochabamba.
Con el pasar de los años, Chiaraviglio superó la marca de “niño de oro” que tantó lo complicó y volvió a creer en sí mismo, y como resultado a eso vinieron los nuevos éxitos. Fue finalista en el Mundial de Beijing 2015 y en los Juegos Olímpicos 2016, logró la medalla de plata en los Panamericanos 2015 con récord argentino y le fue muy bien en la Diamond League de ese mismo año. Ahora, luego de su gran retorno, le llega su premio.
Germán, de 31 años, estuvo casi 9 meses sin poder superar su marca principal (5,75 metros). Eso fue lo que contó con respecto a su compromiso como abanderado nacional. «Es un orgullo enorme poder representar a mi país, sobre todo sabiendo la cantidad y calidad de deportistas que estarán. La verdad es que no me lo esperaba, me tomó de sorpresa y para nada era mi objetivo.»
El santafesino participará por tercera vez de los Juegos Odesur. La primera vez fue en Buenos Aires 2006, donde consiguió la medalla de oro con tan solo 19 años, después en Santiago 2014 donde solo pudo traer la de plata. Chiaraviglio acaba de realizar una gira de 15 días por Estados Unidos. Terminó 1° en un torneo en Los Ángeles con 5.45 metros y 5° en la ciudad de Des Moines con 5.50.
Con respecto a su futuro todavía no piensa mucho en ello, ya que va año tras año, intentando mejorar. «Me siento maduro y por eso no proyecto. Voy disfrutando el camino, en lo deportivo y afuera de la pista, tratando de prepararme para cuando ya no sea atleta», comentó. Durante su trayecto también va encontrando cosas que lo llenan, como ayudar a través de uno de sus sponsors, Weber Saint Gobain. «Encontré en su programa solidario una forma de dejar una huella en la sociedad que perdure en el tiempo. La idea es transmitir cosas y valores que fuimos aprendiendo para poder ayudar al otro”.
Y en esta ocasión ha elegido al Club Velocidad y Resistencia, la institución santafesina que lo vio nacer como deportista. «Estamos apuntando a terminar un sector de alojamientos, para que algún día eso genere fondos para que los talentos jóvenes del club puedan usar ese dinero para viajar a competir. Ya terminamos la primera parte y se arrancó con la segunda. Me da mucho placer colaborar con el club que me dio tanto», sentenció.
Germán Chiaraviglio, de grandes obtenciones como el mundial juvenil de atletismo (1ºen 2003, 2º en 2004 y 1º en 2006), copa del mundo de atletismo (3º en 2006) y Juegos Panamericanos (3º en 2007 y 2º en 2015) irá en busca de nuevas consagraciones en los Juegos Odesur.