El 2 de Julio de 1994 ocurrió un hecho que paralizó al fútbol mundial. El colombiano Andrés Escobar Saldarriaga, quién tenía 27 años, fue asesinado diez días después de convertir el gol en contra que dejó a su selección afuera del Mundial de ese mismo año, disputado en Estados Unidos. A pesar de ser un ídolo para muchos hinchas de su país, una equivocación meramente futbolística en un momento muy importante de su carrera, tuvo una consecuencia fatal.
El jugador se encontraba comiendo en un restaurante ubicado a las afueras de
Medellín, Colombia, cuando Pedro y Juan Gallón Henao, ambos narcotraficantes, lo
agredieron verbalmente descargando su enfado por el desafortunado error que
había tenido en la Copa del Mundo. Después de una noche en que el ídolo de
Atlético Nacional sufrió reiteradas burlas por el suceso ocurrido en el partido frente a
Estados Unidos, lo único que el futbolista pedía era un poco de respeto.
Los hermanos continuaron con sus agresiones y en tono amenazante le dijeron que
no sabía con quiénes se estaba metiendo. En medio de esta discusión, el chofer de
los Gallón Henao bajó del auto con un revólver y le disparó al futbolista, quien murió
a los cuarenta minutos. El ejecutor fue condenado a cuarenta y tres años en prisión
pero los cambios en el Código Penal Colombiano y la buena conducta, lo dejaron en
libertad en 2005. Los hermanos, por su parte, sólo estuvieron quince meses tras las
rejas.
La Copa del Mundo de 1994 tenía un sabor especial para Colombia. El equipo
llegaba a la competencia tras haber quedado primero en el Grupo A de las
Eliminatorias Sudamericanas y en el marco de esta histórica campaña para la
selección cafetera, ocurrió la goleada por 5 a 0 a la albiceleste en el Monumental.
Los colombianos tenían motivos para ilusionarse con trasladar lo hecho en el
continente a la competencia de fútbol más importante del mundo, por lo que se
perfilaban como un candidato al título y querían realizar la mejor participación de su
historia.
Integrando el Grupo A con el anfitrión, Suiza y Rumania, Colombia empezó con el
pie izquierdo al caer 3 a 1 frente al combinado rumano. La gente ya comenzaba a
preocuparse y el DT Francisco Maturana recibía amenazas de muerte para que
reemplazara a Gabriel Gómez por Anthony De Avila. Matuarana cumplió con el
pedido, pero Colombia nuevamente fue derrotada, en esta ocasión por los
norteamericanos que se impusieron 2 a 1. Las caídas generaron mucho enojo en
Colombia y la tensión llegó al punto más alto, ya que miles de personas habían
especulado en casas de apuestas con una buena actuación del plantel. La victoria
en la última fecha contra Suiza no alcanzó para meter al seleccionado en octavos,
por lo que se despidieron rápidamente de Estados Unidos.
A pesar de la pronta eliminación y del gol en contra que seguramente significaba un
golpe importante en la cabeza del defensor colombiano, Andrés estaba pasando un
momento muy importante en lo personal. Pocos meses lo separaban de su
casamiento con su novia Pamela Cascardo, con quien llevaba ya cinco años de
relación. En cuanto a su carrera profesional, muchos lo definían como el heredero
de la capitanía colombiana cuando Carlos el ‘Pibe’ Valderrama se retirara, y sólo
faltaba la firma para que reemplazara al jugador italiano Franco Baresi en AC Milan.
Toda una trayectoria basada en muchos esfuerzo y un estilo de juego elogiado por
distintos especialistas, se desmoronó aquella madrugada de 1994. Quizás hoy
podríamos escribir estas líneas para hablar de un ex futbolista colombiano que le dio
mucha gloria a su país además de tener un exitoso paso por el fútbol europeo.
También cabe la posibilidad de que nos podríamos referir a una gloria del fútbol
cafetero que hoy es el director técnico de su selección. Otra opción sería que se
hubiera convertido en ídolo del conjunto italiano al igual que, por ejemplo Zanetti lo
hizo en el Inter de Milan. Lamentablemente, Escobar no pudo pelear por ninguno de
estos sueños por culpa de un hombre que, seguramente, no entendía nada de esta
hermosa pasión que es el fútbol.
Lucas Arenas, Patricio Pudenti Pasini, Juan Ignacio de la Vega. 2°A Turno Mañana