La posibilidad que haya vida extraterrestre en nuestro sistema solar cada vez es más firme. Porque tras años de investigación la NASA constató que la luna Europa de Júpiter podría albergar vida, ya que se descubrió agua líquida en el lugar.
Luego de que la nave Galileo haya desembarcado en 1995 por primera vez en este lugar, y que sea la primera nave espacial en meterse en una órbita de un planeta gigante de gas. La NASA siguió investigando por años este sitio con la esperanza de encontrar buenos resultados, y las buenas noticias llegaron. Se realizaron nuevos exámenes que se obtuvieron hace 20 años y finalmente descubrieron que existen enormes géiseres de agua que lanzan líquido al universo.
Los científicos sospechaban que había un océano sumergido bajo una capa de 20 kilómetros de hielo. Pero este descubrimiento es enorme, ya que sería la primera vez que se consigue una muestra de agua en un lugar que no es la Tierra. Es una gran posibilidad para la existencia de vida en ese lugar.
«En un pasaje particular sobre Europa, la nave espacial llegó a acercarse mucho, estuvo a 150 kilómetros sobre la superficie, y fue en ese pasaje que vimos distintivos que nunca habíamos entendido», se expresaba Margaret Kivelson, profesora de física espacial de la Universidad de California.
Mediante el telescopio espacial Hubble, la NASA había dado esperanzas de esto en el año 2016, este reciente descubrimiento le daría credibilidad a aquel hallazgo. Aquellas imágenes que se transmitían indicaban que columnas de agua se elevaban desde la superficie de Europa.
Tras ver que el telescopio Hubble daba una esperanza a un descubrimiento en la luna de Europa, decidieron revisar nuevamente los datos del Galileo. Recordemos que Galileo se lanzó en 1889 para inspeccionar el quinto planeta más cercano al sol. Antes de chocar contra Júpiter en 2003. La nave informó los primeros documentos que mencionan la existencia de un océano de agua líquida bajo el área de Europa.
El personal científico explicó que cuando las columnas de agua se esparcen por Europa, las moléculas chocan con partículas energéticas, un procedimiento que las desbarata en iones cargados. Estos iones elaboran veloces cambios en la dirección del campo magnético y incrementa la densidad del plasma sobre el géiser.
El científico líder de la operación, Xianzhe Jia, se refirió a lo que puede pasar en la investigación a futuro después de este descubrimiento. “Dada la evidencia de las plumas disponibles hasta el momento, hay una gran posibilidad de que con naves espaciales se puedan obtener muestras del líquido y partículas de polvo de las plumas que expulsan material del océano subsuperficial al espacio”, explicaba Jia.
¿Si los datos ya estaban desde hace tanto tiempo por qué no se descubrió antes? A esto respondió el líder científico: “Los datos ya estaban ahí, pero necesitábamos tecnología avanzada para dar sentido a las observaciones”, señaló Jia en un comunicado.
De esto se va a tratar la gran misión de la NASA, el proyecto de Europa Clipper tratara de estudiar el exterior del sistema solar. También se centrará en explorar la luna a bajas latitudes. «Si podemos tomar muestras directamente del interior de Europa, podremos ver con mayor claridad si tiene los ingredientes para la vida», comentaba Robert Pappalardo, uno de los científicos encargados de la misión.
Si las plumas lanzan vapor desde el océano helado de Europa, la misión podría tener la evidencia del líquido y partículas de polvo congelado y comprobar las hipótesis enunciadas. Las aguas ocultas de Europa se han vuelto un objetivo primordial en la vida extraterrestre. Estas investigaciones podrían proyectarse para junio de 2022.
Matías Nahuel Esquivel