Actualmente en la Liga Nacional de básquetbol se están por jugar los cuartos de final de los playoffs, donde por tercer año consecutivo San Lorenzo de Almagro se encuentra peleando por el título. El club de Boedo finalizó primero en la fase regular y eliminó posteriormente a Peñarol de Mar del Plata en los octavos de final de los playoffs.
El «Ciclón» está pasando por un gran momento en el básquet nacional y también en el internacional ya que dejando de lado que es el bicampeón de la Liga Nacional, este año se consagró en la Liga de las Américas, y además se dio el lujo de vencer en una gira por España a Barcelona y Real Madrid en 2017.
Sin embargo, el club no siempre gozó de una realidad así, por lo menos en esta disciplina, consagrándose campeón y como protagonista de la máxima categoría del básquet nacional, ya que milita en esta no hace más de dos temporadas.
San Lorenzo fue uno de los clubes cofundadores de la Liga, pero cuando Matías Lammens y Marcelo Tinelli asumieron como dirigentes en septiembre del 2012, el conjunto de Boedo ni figuraba en el mapa del basquet argentino. De hecho no fue hasta 2014 que el equipo le ganó a Independiente el Pre Federal y obtuvo un lugar en la tercera categoría. A los máximos dirigentes azulgranas siempre les apasionó la idea de regresar al mapa basquetbolístico grande, pero tenían dudas. Cuando se les presentó la chance de hacerse con una plaza del Torneo Nacional de Ascenso -aunque no se había hecho el mérito suficiente en la cancha-, lo evaluaron y se decidieron. A la hora de poner en la balanza los pros y contras para realizar una inversión en este deporte, tuvo más peso el hecho de comenzar de a poco la Vuelta a Boedo. Por eso es que se comenzó a construir el Polideportivo Roberto Pando, que alberga a 2000 hinchas y en el que se puede jugar a varios deportes. Además se puso en marcha una escuelita en la que las actividades juveniles y el equipo de la Liga de Desarrollo están supervisadas por Carlos Duro, asistente de Julio Lamas. Las ideas fueron claras: primeramente incrementar la masa societaria, con la construcción del polideportivo embellecer el barrio y acercar el club a la gente que no estaba convencida de comprar su metro cuadrado para el fideicomiso de la Vuelta.
Luego de un año en este torneo, San Lorenzo logró el ascenso a la Liga Nacional, la máxima categoría. Los dirigentes no tardaron mucho (no más de 30 días) en realizar algunas contrataciones de gran nivel. El equipo de Julio Lamas gozó de un presupuesto no visto antes en la LNB con 20 millones de pesos: Walter Herrmann, Marcos Mata y Nicolás «Penka» Aguirre, fueron algunos de los nombres fuertes que trajo Tinelli para colocar a San Lorenzo como un nombre fuerte en primera división. Pero no todo fue color de rosas, en un principio este emprendimiento sólo dejaba pérdidas. Por ejemplo, cada partido de local en cancha ajena (fue local en Obras y se consagró campeón en Ferro) le costó 60.000 pesos, estuvo 3 meses para arreglar el sponsoreo con DirecTV y con Kappa firmaron con la temporada ya empezada.
Aun con estas adversidades de estar sin estadio y sin patrocinadores, el nivel mostrado en su juego llevó a muchos hinchas de San Lorenzo y a otros seguidores del básquetbol a despertar un gran interés por el equipo, tal fue así que fue el equipo con mayor rating televisivo de la liga, San Lorenzo fue un justo campeón en su vuelta al primer plano a nivel nacional.
El 14 de octubre de 2016 se transformó en el primer club argentino en jugar un partido contra un equipo de la NBA, ante Toronto Raptors en Canadá. Y como para cerrar ese gran 2016 de básquet se inauguró el Pando, estadio con capacidad para 2500 personas, ubicado en el barrio de Boedo, donde antiguamente se encontraba el «Viejo» Gasómetro, en el que hoy hace de local.
Luego de esa gran primera temporada en la Liga Nacional, San Lorenzo renovó su plantel. Walter Herrmann, fue la gran baja para la segunda temporada. Pero a pesar de esto sumó a Gabriel «Tortuga» Deck y a Mathías Calefani, apuestas que hoy son realidades y hasta son buscados por la NBA. En esta segunda temporada, San Lorenzo apuntó todos sus cañones a conquistar la Liga de las Américas. Fue sede de la primera fase, y al ganar los tres partidos del grupo logró su boleto a las semifinales jugadas en Puerto Rico. Lamentablemente el equipo llegó a esa fase con el plantel plagado de lesiones, achicando considerablemente la rotación. Aunque logró ganar el primer partido, cayó sin atenuantes ante Bahía Basket obligando al equipo a vencer al local Leones de Ponce en la última jornada. San Lorenzo batalló hasta la última bola, pero con un arbitraje polémico y las lesiones nombradas anteriormente, perdió en doble tiempo suplementario 107-115, quedando eliminado de la competencia continental.
Después de quedar eliminado de la Liga de las Américas, el Ciclón nombró a Gonzalo García como su nuevo técnico a partir de la baja de Lamas, y puso su cabeza en lograr el bicampeonato local. Terminó primero en la fase regular, y en los playoffs mostró su mejor versión. En semifinales de conferencia superó con categoría a Gimnasia (CR) (3-0) y en la final de conferencia a Quilmes (3-0) para llegar fácilmente a la final. En la definición derrotó a Regatas (Corrientes) 4-1 con una autoridad feroz, consagrándose bicampeón de la Liga Nacional siendo Gabriel Deck elegido como el Jugador Más Valioso de las finales. Esa apabullante postemporada claramente puso a ese equipo como uno de los mejores de la historia de la Liga, venciendo a sus rivales por una media de 21.6 puntos, y ganando con un récord de 10-1.
Tras obtener el bicampeonato, la ambición en el Roberto Pando no paró. Tanto Marcelo Tinelli, como el plantel querían ir en busca de la Liga de las Américas. En un torneo muy duro y donde nadie regaló nada con Gabriel Deck como principal figura (22 puntos), el «Ciclón» venció 79-71 en la final al Mogi das Cruzes, de Brasil y se consagró como el mejor equipo del continente. El bicampeón de la Liga Nacional logró por primera vez un título internacional. Este certamen se juega desde 2008 y ya habia sido obtenido dos veces por Peñarol de Mar del Plata (2008 y 2010) y otra por Regatas Corrientes (2011).
Sin lugar a dudas, la directiva azulgrana no se equivocó. Si bien cuenta con un gran presupuesto como respaldo, no cometió errores en el proceso y logró posicionarse como una potencia local y también en el exterior. El sueño de Lammens y Tinelli se hizo realidad, el equipo de fútbol y el de básquetbol son campeones de América en su gestión y demuestran que con la planificación de un proyecto, los resultados no tardan en aparecer.
Autores: Juan Manuel Godoy, Iván Perchik y Ezequiel Giménez, Segundo A, turno tarde.