La sociedad está más permisiva cuando hablamos de compartir espacios públicos con los animales. En Capital Federal existen cerca de 1.500 bares y restaurantes que permiten que los dueños puedan ingresar acompañados, muchos de los cuales tienen un espacio diferenciado y acondicionado para que puedan estar cómodos, con platos de comida, agua a su alcance y con ganchos en la parte inferior de las mesas para las correas. Las personas que no se sientan a gusto con esta medida pueden chequear antes de entrar a un local, ya que estos deberían tener una calcomanía que especifique que aceptan mascotas, es decir petfriendly, y de esta forma se evitan inconvenientes. De igual manera aceptan que puedan viajar en los vagones de los subtes los fines de semana. Una reglamentación por parte del gobierno de la Ciudad es que deben viajar en una transportadora para evitar posibles problemas. Sucede lo mismo que en los locales gastronómicos: las personas que viajen con animales tiene un vagón especial.
Lo mismo sucede con las cadenas hoteleras, que para evitar perder clientes o mejor, captar nuevos, han preparado habitaciones especiales para las familias que lleguen con la compañía de sus amigos peludos, con recintos apartados para que los animales puedan estar libres. Esto denota un cambio en la mentalidad de la población, incorporando cada día más a las mascotas. Es por ello que algunas empresas internacionales comenzaron a a permitir perros dentro de sus oficinas, debido a un estudio que indica que un 73% de votantes los creen útiles para mejorar el rendimiento de los empleados. Asimismo, este porcentaje fue en aumento en los últimos años a la hora de planear vacaciones. Debido a esto se hizo un ranking que muestra cuáles son las 5 ciudades petfriendly más elegidas a la hora de viajar: Tel Aviv, Israel; Carmel, California; Keswick, Reino Unido; Ámsterdam, Países Bajos, y Bruselas, Bélgica
Este nuevo modo de disfrutar las vacaciones, hoy en día no solo acompañado por la familia sino también llevándose a su familia peluda, es gracias al papel preponderante que cumplen las diferentes aerolíneas al permitir volar con ellos. Dentro de la Argentina, la mayoría de las empresas aéreas lo permiten. Al definirse el viaje se debe analizar si será dentro del territorio o fuera, ya que los requisitos son muy diferentes. Primero estar informado sobre la raza de nuestra mascota, ya que no todos pueden volar, estos son los conocimos como nariz chata, los cuales son Bulldog Inglés, Bulldog Francés, Boxer, Boston Terrier, Pug, Pequinés entre otros, luego el peso, para saber si debe viajar en bodega, como equipaje extra o en la cabina. Aerolíneas Argentinas puso de limite 9kg entre el animal y el bolso o canil para transportarlo en la parte superior del avión, al superarse debe viajar en un lugar especial, la cual está presurizada en la bodega. El canil es el medio de transporte donde viajará nuestro amigo de 4 patas. La exigencia de las compañías es que le permita estar cómodo durante el vuelo y que puedan estar acostados. Si el vuelo es nacional, lo que se solicita es un apto médico por un veterinario, que certifique su correcto estado de salud, al igual que debe estar desparasitado para evitar contagios. La decisión más importante la debe elegir el dueño, las aerolíneas no exigen que los animales viajen cedados, eso queda a criterio de uno en conjunto con el veterinario de confianza. En cambio si se viaja al exterior se debe solicitar un permiso al SE.NA.SA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria), lo cual implica dirigirse días previos a abordar el avión al aeropuerto de Ezeiza para que sea evaluado por un veterinario de la empresa que sera quien autorice o no a nuestra mascota, si no se cumplen con estas condiciones será imposible despegar a nuestro destino.
Ya de por sí viajar alivia el alma, y esta sensación aumenta cuando lo compartimos con un ser querido, y ahora que se permite viajar con nuestra mascota debido a todos los avances que demostró la sociedad, cada viaje sera mucho más placentero.
Pablo Gilmore