En el año 2014 la histórica actriz y conductora Mirtha Legrand desembarco en Canal 13 con su ciclo “Almorzando” los domingos al mediodía, con la novedad del programa los sábados a la noche con el mismo formato. Sin embargo, lejos de la armonía que había en otros tiempos, los almuerzos se convirtieron en un lugar de debate, tensión y disputa política.
En 2015, año electoral, la gran mayoría de los candidatos presidenciales pasaron por su mesa en plena campaña y respondieron las inquietudes de una conductora que dejó entrever sus preferencias. Massa, Scioli y Macri fueron invitados al programa con sus respectivas esposas, dejando en claro que el programa tomaría un rumbo distinto, abriendo su temática a la política y no centrarse en el mundo del espectáculo.
Pasaron tres años de las elecciones y el ciclo se volvería epicentro de varios escándalos en vivo. En marzo la mediática Natacha Jaitt, realizó duras acusaciones sobre la causa de abuso de menores que afecta a los clubes de Independiente y River. En sus polémicas intervenciones mencionó directa e indirectamente a conductores de TV, empresarios e importantes funcionarios políticos. Estas declaraciones en directo dejaron descolocados a todos los invitados, incluida la conductora quién al siguiente fin de semana criticó duramente esos dichos. Mirta se sintió víctima de la situación y se mostró dolida alegando que lo correcto era evitar la censura. Por otra parte descargó la culpa en parte de su producción por haber incluído a esa invitada. Está situación generó una fuerte discusión en las redes sociales, en las que Jaitt desmentía a la “Chiqui”.
Sin embargo, cuesta creer que a semejante figura televisiva se le puedan escapar este tipo de detalles y más cuando la emisión sigue generando roces como una constante en cada salida al aire. Por ejemplo el domingo en que hubo un fuerte cruce entre el economista Martín Tetaz, quien quería brindar un mensaje de calma sobre las medidas económicas del actual gobierno y el humorista Coco Sily, que lo criticó diciendo que “no puede haber calma cuando a la gente no le alcanza la plata”, entre otras frases duras. Esta polémica le dio el pie a la conductora para realizar sus típicos comentarios políticos y mostrarse decepcionada con el presidente a la cual ella admitió haber apoyado durante la campaña, usando su espacio como termómetro político. Hay que resaltar también, que en muchas oportunidades brinda espacio a personalidades prestigiosas, como el neurólogo Facundo Manés. Pero la marcada tendencia de llevar a los almuerzos y cenas a personajes que se prestan a la discusión es una constante.
La diva, no es ajena a las demandas del rating y supo que para competir en la pantalla chica debió adaptar su formato de programa a lo que vende, la polémica y el roce en todos los temas. Si bien los domingos parece no encontrar rival en el minuto a minuto, los sábados no puede hacerle frente a PH, el programa de Andrés Kusnetzoff que sale por Telefé. Sería esto lo que la obliga a hablar en su espacio de cosas de las que antes callaba. Invitar a discutidores y a hacer declaraciones que generen repercusión, como las que realizó contra su competencia: «Yo no copio, no me copien. Voy a hablar con Martín Kweller y le voy a decir que no copie programas, lo tengo registrado, así que es una copia. Está mal eso, además Andy tiene talento para hacer otras cosas «. » «¿Por qué me va a copiar si yo no copio a nadie?», o las duras críticas que realizo a APTRA por no haberla nominado como mejor conductora para los premios Martín Fierro.
Entrar en este circo mediático es entrar en el barro, y si bien ella tiene espalda para aguantarlo, quizás lo mejor sería no meterse en las peleas. ¿Necesita Mirtha Legrand con todos sus años de carrera entrar en ese juego? ¿Hace falta que su programa sea el campo de batalla sobre temas tan controversiales? Cada vez que algún invitado declara algo polémico se responsabiliza a la conductora. O sus propios comentarios sobre algunos temas como la homosexualidad, el aborto y el consumo de estupefacientes suelen ser centro de discusiones y cambio de opiniones. Mirtha a pesar de los años sigue vigente ¿Hasta cuándo?.