A lo largo de toda la semana, Servicio Meteorológico Nacional siempre marcó que el último fin de semana largo no iba a ser de los mejores por la anticipación de tormentas intensas con truenos, rayos, granizo y vientos fuertes en Capital Federal y el Gran Buenos Aires. La caída de chaparrones se hizo esperar hasta último momento y el sábado 28 se vio el inicio de las intensas lluvias que se presentaron en la Ciudad de Buenos Aires y sus alrededores. Los especialistas marcan que la combinación de aire caliente, muy húmedo, e inestable, con un frente de aire frío estacionario en la zona hizo que el temporal provocara varios destrozos.
La continuidad del mal tiempo que se dio entre el sábado, domingo y lunes afectó a más de uno por las inundaciones que se dieron en diferentes partes del Conurbano Bonaerense y también perjudicó a muchos por las caídas de árboles que no pudieron soportar las fuertes ráfagas de viento que superaron los 100 km/h con lluvias torrenciales. En la Ciudad de Buenos Aires cayeron más de 108 milímetros de agua en apenas 24 horas, lo mismo que llovió en todo el mes de abril. Tal es así, que hoy ya son 15 los distritos afectados, entre ellos Luján, Pilar, Merlo, La Matanza, Quilmes y Mercedes sufrieron los mayores inconvenientes.
Según lo que pudo reportar el Servicio Meteorológico Nacional, entre Morón, Merlo, Nueve de Julio, Junín, San Fernando, Moreno, La Plata y la ciudad de Buenos Aires, cayeron 613 milímetros entre el sábado y domingo.
Por otro lado, los problemas también se plasmaron en los cortes de luz, calles anegadas, caídas de cables y edificios, cuyo resultado es el de dos víctimas fatales y 973 personas evacuadas. En este contexto de incertidumbre y preocupación por aquellas personas que vivieron horas difíciles los últimos días, la gobernadora, María Eugenia Vidal, e intendentes bonaerenses salieron a mostrarse para dar soluciones a los que más lo necesitan.
En los diferentes recorridos que realizó Vidal, visitó una escuela de Morón y supervisó la tarea de asistencia a los damnificados, como así también en dos municipios como Pilar y Tres de Febrero, donde marcó su presencia en los respectivos centros de monitoreo y emergencias. También estuvo recorriendo aquellos lugares donde se necesita de asistencia para los damnificados. La gobernadora aclaró que “esta vez mucha gente no se inundó por las obras que se vienen realizando”.
El temporal no solo afectó a casas, escuelas o negocios, sino que los servicios públicos, más precisamente los subtes, tuvieron que modificar el cronograma habitual de su funcionamiento debido a las inundaciones que se produjeron en las bocas de entrada. Tal fue el problema que sacudió a la ciudad de Buenos Aires que el domingo por la mañana no funcionaron las líneas C, B y Premetro, al igual que la línea D, que anduvo con servicio limitado entre las estaciones de Congreso de Tucumán y 9 de Julio.
Por la tarde se solucionaron varios problemas pero la línea que siguió con alguna que otra inestabilidad fue la B, que continuó sin servicio por factores climáticos, según lo que advirtieron de la empresa. Dicha línea de subte tuvo la particularidad que las estaciones de Federico Lacroze y Dorrego se encontraron totalmente inundadas por el agua que ingresó a través de las diferentes bocas que dan camino hacia los molinetes. Dicho inconveniente persistió hasta pasada la tarde/noche, momento en el que el subte B retomó con su habitual actividad.
Para la tranquilidad de muchos, el caudal de agua comenzó a bajar en la gran mayoría de las provincias desde el martes al mediodía y el panorama comenzó a ser otro cuando el pronóstico disparó que para lo que resta de la semana no habrá novedades de lluvias.
Ignacio Ezequiel González