Pablo Aimar se sumó al cuerpo técnico encabezado por Jorge Sampaoli luego de la dura derrota que sufrió el seleccionado nacional al enfrentarse a España en el Wanda Metropolitano en Madrid.Aquella noche Argentina caería por 6 a 1 ante el equipo dirigido por Julen Lopetegui.
El Payasito atravesó una etapa de consagraciones al mando del Sub 15 junto con Diego Placente en la que obtuvieron por primera vez en la historia el Sudamericano Sub 15 derrotando a Brasil por 3 a 2 en la final. Aquel partido quedó grabado en la memoria de todos ya que el seleccionado nacional no había comenzado de la mejor manera y comenzada la segunda etapa perdía 2 a 0. Pese a esto los jóvenes dirigidos por dos de las figuras que supo dar el fútbol argentino dieron una muestra de carácter logrando remontar el partido y quedarse con el trofeo de campeones.
Aimar comenzó su carrera en las inferiores de Estudiantes de Rio Cuarto, pero su debut profesional ocurrió en River Plate en 1996. En el Millonario ganó cinco torneos locales y una Supercopa Sudamericana. Su carrera continuó en Valencia, donde alcanzó su mejor nivel; luego jugó en Real Zaragoza, Benfica y el exótico Johor Darul Takzim de Malasia. En 2015 volvió a River donde jugó un partido y se retiró, pero en 2018 volvió a la actividad para disputar un partido de Copa Argentina con Estudiantes (RC).
Con la Selección Argentina participó de los Mundiales 2002 y 2006, Copas América 1999 y 2007 y Copa Confederaciones 2005; con la Sub-20 fue campeón del Mundial de Malasia en 1997 y de dos Sudamericanos.
Su trayectoria, sumada a su visión y conocimiento del fútbol y la posibilidad de mejorar la comunicación entre el plantel y el cuerpo técnico, convencieron a Sampaoli de sumar al Payasito a su cuerpo técnico junto a Sebastián Beccacece, Nicolás Diez y Lionel Scaloni.
Como bien se explicó anteriormente, Aimar integró, en un principio, el Cuerpo Técnico de la Selección Argentina Sub 15 junto a Diego Placente, y estuvo al mando del seleccionado Sub 17. Sin embargo, durante la gira que protagonizó el primer equipo por las ciudades de Manchester y Madrid, se hizo presente con su compañía. Allí, como Jorge Sampaoli lo deseó, fue el nexo entre el entrenador y los jugadores; las indicaciones y las puestas en práctica. Es muy probable que la decisión de este nuevo paso en su carrera como ex futbolista haya sido el desempeño de Argentina en los amistosos ante Italia y España, sobre todo ante el combinado de Julen Lopetegui. La imagen que dejó el equipo dista mucho de la que Sampaoli y sus ayudantes pregonan: posesión de balón, verticalidad, presión alta y contundencia en ataque. En este sentido, Aimar puede terminar de ajustar los engranajes que aún no se han pulido, realizar tareas psicológicas con los jugadores y terminar de moldear el funcionamiento buscado.
El volante, que supo consagrarse en River y Benfica, entre otros, también puede aportar su experiencia en los Mundiales, que no es cosa menor en esta instancia. Aimar disputó las Copas del Mundo de Corea-Japón del año 2002 y Alemania 2006. Para un Director Técnico como Jorge Sampaoli sumamente importante el apoyo deportivo, emocional y psicológico de un jugador tan experimentado como lo es Pablo Aimar.
Si bien el ex hombre del Benfica dio un gran paso en su profesionalismo del otro lado de la línea de cal, seguirá un tiempo prolongado en su cargo en los seleccionados Sub 15 y 17. Junto a sus chicos, viajó a Francia para disputar un torneo Sub 16 llamado Mondial Football Montiagú, en la ciudad de Vendeé, entre el 27 de marzo y el 2 de abril.
Más allá de la inclusión de Aimar, Sebastián Beccacece seguirá siendo la mano derecha de Sampaoli por estos momentos. El ex DT de Defensa y Justicia lo acompañará en su camino y preparación al Mundial de Rusia y continuará aconsejándolo en las decisiones tácticas y técnicas de sus dirigidos.
Como es de observarse, una renovación joven se encuentra al mando de la Selección Argentina y tendrá la ardua tarea de hacer historia con la misma. Experiencia, conocimiento, contención, trayectoria, sabiduría y una filosofía de vida llenan de ilusión el nuevo camino que Pablo Aimar encomendará.