El apellido Simonet volvió a poner en alto la bandera del handball argentino, esta vez de la mano de Diego, quien se lució en los octavos de final de la la Liga de Campeones frente al Barcelona. El «Chino” convirtió cinco goles en ese encuentro, el último de ellos permitió que su equipo, Montpellier de Francia, acceda a los cuartos de final. El partido terminó en derrota para los franceses que cayeron por 30 a 28 en el Palau Blaugrana pero la diferencia que habían sacado de tres goles (28-25) en el encuentro de ida, les dio el pasaporte a la nueva instancia. Así Simonet pudo coronar su gran actuación frente a la institución con más títulos en la historia de este certamen. Nuevamente un miembro de esta familia, ligada al handball desde hace muchos años, sigue dando que hablar en el mundo.
En los cuartos de final, en el partido de ida jugado en Alemania, Montpellier con otros tres goles del argentino, dio un gran paso para quedarse con la serie que clasifica para el Final Four que se disputará en Colonia, Alemania. Ante el local SG Flensburg, los franceses se llevaron un valioso empate con un 28 a 28 y quedaron bien perfilados para la revancha del 29 de abril, en su propia tierra.
Pero para entender que significa este apellido para el handball nacional debemos remontarnos hacia la década del 80. Todo comenzó con su padre, Luis Simonet, quien jugó en la Selección Argentina desde los 20 años ininterrumpidamente hasta los 29 y se convirtió en el máximo goleador histórico. Por aquel entonces este deporte era completamente amateur y quizás no tuvo tanta relevancia. “Hoy, la Argentina tiene presencia en todos los Mundiales desde divisiones inferiores en adelante, cosa que no existía antes y eso es realmente muy bueno”, comentó el ex jugador en una entrevista realizada por SuperHandball. Luis luego de retirarse tuvo un breve paso como entrenador en el club Ferrocarril Oeste, que dejó atrás con el nacimiento de su primer hijo. Quien también integró la Selección Argentina, fue Alicia Moldes, madre de Diego, Pablo y Sebastián. Su participación en la albiceleste fue casi en el mismo periodo que su esposo.
Un 12 de mayo de 1986 nació el primero de los hermanos, Sebastián, hoy jugador de Ademar León en España e internacional con Argentina desde 2005. Tres años más tarde, un 26 de diciembre, nació Diego. El ‘Chino’, como mencionamos antes, milita desde 2013 en el Montpellier de Francia, y viste la camiseta argentina desde el 2007. El más chico de los Simonet es Pablo, que nació un 4 de mayo de 1992. Actualmente está jugando en la liga de España para el Benidorm y juega en la selección desde el 2012.
Para Sebastián el mejor de la familia es Pablo, según declaro hace algunos años en el diario deportivo español, Marca: “Pablito ‘chupó’ mucho handball desde chico, y tiene facilidad para desplegar muchos movimientos, además de una gran visión de juego, pero todavía le falta mucho para alcanzar al mediano (Diego), que ha demostrado ser un genio con y sin la pelota, aunque si sigue así, dentro de poco seré yo el que los aplauda en los Mundiales”.
En 2012 fue cuando se dio lo que toda la familia ansiaba: los tres Simonet compartieron cancha con la celeste y blanca, en un amistoso frente a Dinamarca. Fue un 28-24 a favor de los daneses, en un partido muy parejo que se definió sobre el final y Diego fue el goleador del partido. Una de las casualidades de estos hermanos es que los tres juegan en el mismo puesto, de centrales, aunque sus dotes de habilidad les permiten desempeñarse en otras posiciones dentro de la cancha. Es muy difícil encontrar casos similares en este deporte, si bien podemos encontrar similitudes en otros deportes, como en el fútbol los Mac Allister en Argentinos Juniors. Llevándolo al handball se registra un solo caso, el de los hermanos Gille, que se llaman Guillaume, Bertrand y Benjamín. Sin embargo, tan sólo Guillaume y Bertrand han coincidido en el vestuario del combinado nacional de Francia, y Bertand con Benjamín se juntaron en la cancha de Chambery. Hoy en día, sólo sigue en actividad Benjamín, de 41 años, en este conjunto francés.
Estando los tres hermanos argentinos en cancha, en 2016 se clasificaron a los Juegos Olímpicos de Brasil, justamente cayendo ante los brasileños en la final, por 27-24, y quedándose con la medalla de plata. La mala fortuna no permitió verlos juntos en la cita olímpica, ya que jugando para su club Montpellier ante el Flensburg de Alemania por los octavos de final de la Champions League, Diego sufrió la rotura de los ligamentos cruzados de la rodilla derecha, por lo cual no pudo decir presente.
Por delante estos tres hermanos tienen nuevos desafíos. A la vuelta de la esquina están los juegos Odesur que se realizarán en Cochabamba, Bolivia. Luego tendrán, quizás, el torneo más importante a nivel naciones, los Juegos Panamericanos en Nuuk, Groenlandia, en donde buscarán ganar la clasificación a los Juegos Olimpicos de Tokio 2020. Más adelante, precisamente en 2019, tendrán la fase preparativa a estos Juegos, y luego jugarán el Mundial 2019 que se hará en Alemania y Dinamarca en donde seguramente intentarán hacerse con el oro en un torneo muy duro.
Autor: Ezequiel Giménez, 2° A, turno tarde.