Voceros del Ministerio de Educación porteña afirmaron que habrá un control estricto en relación a los menús que las escuelas privadas ofrecen a sus estudiantes. Antes de finalizar el año, las instituciones de índole privada están obligadas a tener homologado su menú de acuerdo a las Pautas de Alimentación Saludable (PAS) según establece la ley 3.704. Las públicas ya están supervisadas.
Según el panorama de Seguridad Alimentaria y Nutricional realizado por la OPS/OMS y un estudio de las Naciones, la Argentina está primera en el ranking regional de obesidad infantil. Los resultados de los informes emitidos por estas organizaciones son alarmantes. La Argentina tiene un porcentaje de 9,9%, la siguen Perú con un 9,8% y Chile con un 9,5%, estos porcentajes son de niños menores de 5 años. En un informe realizado en el 2012 por el Ministerio de Salud de la Nación, el 30% de niños y niñas de entre 13 a 15 años tienen sobrepeso y un 6% son obesos.
La obesidad infantil es el exceso de grasa corporal en los niños. La Organización Mundial de la Salud afirma que es uno de los principales problemas del siglo XXI. El problema afecta a más de 41 millones de niños menores de 5 años en todo el mundo y esto se incrementa velozmente. Los niños obesos tienden hacerlo con el continuar de los años, y por ende sufren enfermedades más tempranas, como los accidentes cerebrovasculares, depresión, trastornos psicológicos, cirrosis, várices, ulceras venosas, dificultades respiratorias, aterosclerosis, enfermedad coronaria, hipertensión, fatiga, insuficiencia renal, cálculos en la vesícula y osteoartritis en cadera, rodilla y tobillo.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires hay 1.045 escuelas privadas con la libertad de contratar el servicio de comedor que deseen. Pueden hacerlo de dos maneras: contratar a una empresa particular o tener el personal que prepare los alimentos dentro del establecimiento. Ellos pueden elaborar el menú que por ley 3.704 debe estar homologado por el Ministerio de Educación o también pueden solicitar el menú permitido y recomendado por dicha autoridad. El trámite correspondiente a la homologación es el siguiente: la escuela envía el menú al Ministerio, que es analizado por un equipo de 20 nutricionistas, ellos lo pueden aceptar o modificar lo necesario y devolverlo al establecimiento con los cambios solicitados que deberán implementar para su aprobación.
La ley establece que los padres de los niños pueden consultar telefónicamente o vía mail si el menú fue homologado. Además, la Agencia Gubernamental de Control irá a controlar si los comedores se ajustan a la reglamentación y estén habilitados. Los padres de los alumnos podrán solicitar que se inspeccionen dichos lugares.
El Gobierno de la Ciudad tiene muy presente esta problemática. Posee un grupo de nutricionistas que ofrecen charlas y dan permanentemente mensajes sobre la importancia de incluir frutas y verduras en las comidas de los chicos. El objetivo es lograr un menú equilibrado y que las tasas de obesidad disminuyan lo antes posible.
Por último, los especialistas afirman que las bases para cambiar la mala alimentación y la educación nutricional están en los hogares y fundamentalmente en las escuelas, ya que pasan allí gran parte del día.
Lucas Colombres