La confirmación del desquite entre Gennady Golovkin y Saúl Canelo Álvarez, y la posibilidad de un duelo entre los pesados Anthony Joshua y Deontay Wilder entusiasmaron a los fanáticos del boxeo alrededor del planeta, aunque distintos motivos frenaron los combates.
La noche del 16 de septiembre de 2017, consumado el empate por decisión dividida en el T-Mobile Arena de Las Vegas entre Golovkin y Canelo, el mundo boxístico se ilusionó con una posible revancha por la unificación de los títulos mundiales medianos de la AMB, CMB, IBO, FIB y The Ring, fantasía que se hizo oficial a través de Golden Boy Promotions en febrero de este año, y estipulaba el 5 de mayo como el día tan esperado.
Pero con la sorpresa de un cross a la mandíbula, se esparció rápidamente la noticia de que Álvarez había dado positivo en dos controles antidoping, el 17 y 20 de febrero cuando se entrenaba en Guadalajara, por la sustancia clembuterol.
Al púgil mexicano se le encontró entre 600 y 800 picogramos por mililitro. Si se utiliza en cantidades mayores a los 1000 se logra un efecto anabolizante para aumentar de peso. Él mismo, junto a Oscar de la Hoya y autoridades de la empresa encargada del evento, anunció que se bajaba del combate. “Jamás ensuciaría mi carrera, estoy tranquilo y orgulloso de lo que he hecho en toda mi carrera, y nunca he ingerido ninguna sustancia ilícita”, sentenció.
El argumento que expiden desde el entorno del mexicano es que esa sustancia apareció en los controles por consumo de carne. Sí, resulta que México le compra a China alimento para ganado que contiene altos niveles de la nombrada sustancia. La Agencia Mundial Antidopaje confirmó que es posible una contaminación con clembuterol, al ingerir carne de res.
El 18 de abril habrá una audiencia ante la Comisión Atlética de Nevada y desde la organización intuyen que Canelo será suspendido por 6 meses o un año, lo que motivó el aplazamiento de la contienda.
En la esquina contraria, Golovkin y su representante Tom Loeffler realizaron diversas declaraciones. “Es mi momento, estoy listo para pelear con cualquiera, ya veremos. Yo estaré listo para pelear el 5 de mayo en Las Vegas. Que Canelo haya cancelado no es mi problema, estoy listo para pelear. Soy un profesional” afirmó el kazajo.
Loeffler, por su parte, aclaró el panorama: “Golovkin quiere pelear el 5 de mayo porque quiere estar activo; luego veremos de la revancha con Canelo.” Además, habló de cinco posibles rivales. El que más fuerza tomó es Jaime Munguía. El compatriota de Álvarez tiene 21 años e irrumpió con fuerza en la escena durante 2017, ya que logró 7 triunfos y 6 de ellos por nocaut. Ante la proximidad de la cita, el próximo mes de mayo, está al caer la confirmación del nuevo rival para el campeón mediano.
Si de expectativa generada se habla, el duelo entre Anthony Joshua y Deontay Wilder coloca altos los niveles de ansiedad. Lennox Lewis fue el último campeón unificado de los pesados a fines del siglo pasado, el también británico Joshua está cerca de lograr ese hito ya que es poseedor de cuatros títulos (OMB, AMB, IBO y FIB). En el último escalón de la escalera a la gloria está parado Deontay Wilder; el norteamericano es dueño de la corona del CMB. Un duelo entre ambos pondría a la categoría nuevamente en el centro de las miradas.
Lógicamente, el púgil más laureado es el que demuestra más interés en asegurar la velada. Luego de vencer al neozelandés Joseph Parker, donde por primera vez tuvo que esperar a las tarjetas, “AJ” y su equipo se centraron en acelerar las negociaciones con Wilder, aunque se toparon con reticencias y un juego mediático.
Eddie Hern, manager de Joshua, graficó la situación: “Esa pelea va a ser complicada. Será este año, o de lo contrario quizá no haya otra oportunidad. Ellos son imprevisibles, no sé qué pensar. No nos atienden el teléfono”
Trascendió que la gente ligada al campeón del CMB, pidió muchísimo dinero o el reparto de la bolsa a partes iguales, solicitud que fue rápidamente desestimada. Dejando de lado los rumores, Wilder sentenció a través de sus redes sociales: “Quiero pelear con Joshua, no importa lo que él o sus managers digan. Vamos a pelear y que dejen de poner excusas.”
Una vez más es el dinero quien se muestra, hasta el momento, como el verdugo de este encuentro entre los campeones invictos.
Darío Bonnin, Iván Furman, Germán Roca.